Detenida en la frontera tras intentar escapar del país

Heidi, como sólo se conoce a esta mujer colombiana de 24 años, decidió fugarse de Argentina al verse acorralada por la Justicia. Sabía que la habían allanado y que estaba cerca de ser detenida. Con pasaporte en mano, se dirigió hasta Jujuy y desde ahí intentó cruzar la frontera hacia Bolivia. Pero la Gendarmería la interceptó en los trámites migratorios y la detuvo.

La joven llevaba un tapado símil piel y una pequeña valija con lo justo para huir, pero ninguno de esos detalles le sirvió para zafar. Ahora está alojada en una celda de la Policía de la Ciudad, imputada por un robo con modalidad "viuda negra".

El robo a R.E. y la sospecha de una banda organizada

La causa que terminó con la captura de Heidi comenzó tras la denuncia de R.E., un hombre de 37 años que fue víctima de uno de sus golpes. La pareja se conoció por una red social de citas poco popular, pero reconocida por la policía como un espacio donde suelen actuar este tipo de delincuentes.

Después de varios mensajes, acordaron encontrarse en una pizzería cercana a la casa de R.E. Lo que parecía un encuentro más terminó en una trampa: ella lo llevó a su vivienda, lo drogó y lo despojó de joyas, dinero, su teléfono, una notebook y hasta perfumes importados. Entre los objetos robados, lo que llamó la atención fue que también se llevó el carnet de socio del club de fútbol del hombre.

Al allanar la casa de Heidi, la Policía encontró pertenencias de R.E. y otras evidencias. Fue entonces que se dictó la orden de captura y se inició la búsqueda que concluyó con su detención en la frontera.

Un fetiche inesperado: los carnets de socios de clubes de fútbol

Lo que sorprendió a los investigadores fue un patrón particular: entre las víctimas denunciadas y las pruebas secuestradas, apareció un curioso fetiche: los carnets de socios de clubes como River, Independiente, Huracán y Racing, además de tarjetas SUBE.

Las sospechas apuntan a que Heidi podría haber participado en al menos otros siete ataques con esta misma modalidad, formando parte de una banda organizada que además sustraía estos documentos como "trofeos".

El juez Pablo de Simoni, a cargo de la causa, ordenó la investigación al departamento de Delitos contra la Propiedad, División Robos y Hurtos Norte de la Policía de la Ciudad, que fue la que logró identificarla y detenerla.