Esta medida, que debe cumplirse en un plazo de 48 horas, surge en respuesta a lo que el gobierno venezolano calificó como una "conducta hostil" de estos países.

Expulsiones y restricciones de movimiento

La decisión implica la expulsión de funcionarios en caso de exceder el límite establecido. Además, se impusieron restricciones de movimiento para el personal diplomático, quienes necesitarán una autorización para desplazarse más allá de 40 kilómetros desde el centro de Caracas.

El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, aseguró que esta decisión es un acto de soberanía frente a gobiernos que, según el Ejecutivo, apoyan "grupos extremistas" y actúan bajo la influencia de Estados Unidos.

Respuesta a críticas internacionales

El anuncio se produce tras recientes roces diplomáticos. Francia pidió a Nicolás Maduro retomar el diálogo con la oposición y expresó preocupación por la seguridad de líderes opositores como María Corina Machado, detenida temporalmente antes de la juramentación del presidente. Italia, por su parte, reconoció a Edmundo González como "presidente electo" y condenó la represión contra manifestantes.

Con Países Bajos, las tensiones escalaron desde septiembre, cuando Venezuela protestó por el presunto ocultamiento de González en la residencia diplomática holandesa.

Aislamiento creciente

La Unión Europea ha intensificado sanciones contra funcionarios chavistas, denunciando la represión y el hostigamiento contra la oposición. En este contexto, ningún representante europeo asistió a la ceremonia de investidura de Maduro, reflejando el aislamiento internacional que enfrenta su gobierno.