El sureste de los Estados Unidos vive una situación insólita con una tormenta invernal que trajo nieve a estados tradicionalmente cálidos. En Florida, conocido como "el Estado del sol", las playas doradas se tiñeron de blanco. En Pensacola, un récord de 130 años fue superado con 12,7 cm de nieve acumulada, una cifra que sigue en aumento.

El gobernador Ron DeSantis declaró la emergencia en 40 condados, implementando operativos con quitanieves, antihielo y equipos de respuesta para cortes eléctricos. Sin embargo, las rutas y puentes del Panhandle se volvieron intransitables, complicando la movilidad.

Redes sociales y caos por la nevada

Las imágenes de niños jugando en la nieve contrastan con los estragos del temporal: rutas cerradas, hielo en puentes y más de 2.000 vuelos cancelados en aeropuertos como Pensacola, Houston y Nueva Orleans.

El alcalde de Pensacola, D.C. Reeves, declaró que la tormenta representa un riesgo significativo para la seguridad y la infraestructura de la ciudad, mientras que millones de habitantes fueron instados a permanecer en casa.

Extensión del fenómeno

Además de Florida, Nueva Orleans experimentó su primera nevada en 16 años, y el temporal amenaza con extenderse a Texas, Georgia y las Carolinas. Con temperaturas de hasta -12°C y vientos helados que alcanzaron los -50°C en el Medio Oeste, el Servicio Nacional de Meteorología advirtió sobre peligros extremos para la población y los servicios.

Una tormenta histórica que transformó paisajes y rompió récords, dejando al sureste de Estados Unidos bajo un manto de nieve pocas veces visto.