Un volcán cercano a la capital de Islandia entró en erupción
La actividad volcánica sorprende nuevamente a Grindavík, con impactos en la famosa atracción Blue Lagoon.
La península de Reykjanes, al suroeste de Islandia, vive otro capítulo de intensa actividad volcánica. Una nueva erupción se desató el miércoles por la noche, abriendo una fisura de tres kilómetros que liberó lava hacia el spa geotermal Blue Lagoon, uno de los destinos turísticos más destacados del país.
Este evento resulta menos violento que la erupción ocurrida en agosto, cuando la fisura alcanzó los cuatro kilómetros de longitud. Las autoridades actuaron con rapidez evacuando a los visitantes del spa y a residentes cercanos para garantizar su seguridad.
Impacto en Grindavík y medidas de emergencia
La localidad de Grindavík, ubicada a 50 kilómetros de Reikiavik, ha sido testigo de cómo la actividad volcánica altera su rutina. Aunque las tuberías que transportan agua caliente están diseñadas para soportar el flujo de lava, las emisiones de gases encendieron las alarmas. Unas 50 viviendas fueron evacuadas, y la lava consumió un edificio de servicios junto al estacionamiento del Blue Lagoon.
A pesar de la magnitud del fenómeno, las autoridades aseguran que no hay amenaza directa para Grindavík. "La erupción ocurrió en el mismo lugar que la anterior, y la ciudad no está en riesgo por el flujo de lava", explicó Snorri Valsson, portavoz de la Junta de Turismo de Islandia.
Un país moldeado por la geología
Islandia se encuentra sobre un punto caliente en el Atlántico Norte, lo que la convierte en un epicentro de actividad volcánica. Según datos oficiales, el país experimenta erupciones cada cuatro o cinco años en promedio, aunque la península de Reykjanes ha registrado 10 eventos desde 2020.
Estos fenómenos naturales han transformado la vida en Grindavík, donde muchos residentes han tenido que abandonar sus hogares debido a daños en infraestructuras. Aunque la actual erupción no representa un peligro inmediato, la incertidumbre persiste entre los habitantes, especialmente si la fisura se extiende.
Una tierra de fuego y desafíos
Islandia, conocida tanto por su belleza como por sus retos geológicos, continúa siendo un ejemplo de cómo la naturaleza moldea la vida cotidiana. Mientras algunas erupciones, como la del Eyjafjallajökull en 2010, tienen repercusiones globales, otras, aunque localizadas, reafirman la resiliencia de los islandeses frente a su entorno único.