Las delegaciones de Ucrania y Rusia volvieron a verse las caras en Estambul en una nueva ronda de negociaciones para intentar destrabar el conflicto, pero el encuentro duró menos de una hora y finalizó sin avances significativos. Según explicó Vladimir Medinski, jefe negociador ruso, las diferencias entre ambas partes siguen siendo profundas.

Las posiciones siguen bastante alejadas, declaró en conferencia de prensa, y confirmó que ambas delegaciones acordaron continuar en contacto.

Ucrania propone una cumbre con cuatro mandatarios

Desde la parte ucraniana, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Rustem Umérov, propuso realizar una cumbre antes de agosto con la participación de los presidentes de Ucrania, Rusia, Turquía y Estados Unidos. El objetivo sería alcanzar un acuerdo político antes del vencimiento del ultimátum que Donald Trump lanzó a Moscú el 14 de julio.

Sin embargo, Medinski descartó cualquier encuentro presidencial si no hay antes un acuerdo de paz cerrado. En esa reunión no hay que discutir el acuerdo, sino firmarlo, remarcó el asesor del Kremlin.

Nuevo intercambio de prisioneros y propuesta de alto el fuego

A pesar de las tensiones, ambas delegaciones coincidieron en avanzar con un nuevo canje de prisioneros que beneficiará a 1200 combatientes por cada lado. También se acordó la entrega de los restos de 3000 soldados caídos.

Por otra parte, Ucrania volvió a exigir un alto el fuego que incluya el cese total de los ataques a infraestructuras civiles, mientras que Rusia planteó crear tres grupos de trabajo -militar, político y humanitario- y declaró su intención de coordinar treguas breves para facilitar evacuaciones sanitarias en zonas de combate.