Trump sube aranceles a Brasil por diferencias con Lula
Se abre un nuevo frente comercial: cuáles son posibles impactos para Argentina.
La administración de Donald Trump anunció la aplicación de un arancel adicional del 40% sobre productos brasileños, elevando la tarifa total al 50%. La medida -que entrará en vigencia el 1 de agosto- responde, según la Casa Blanca, a "recientes políticas del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva", entre ellas el procesamiento "por motivos políticos" del expresidente Jair Bolsonaro.
La decisión podría tener efectos colaterales en América del Sur. Dado el peso de Brasil y Estados Unidos en la balanza comercial argentina, tanto en importaciones como en exportaciones, surgen alertas pero también algunas oportunidades para el país.
Estructura de comercio bilateral
Brasil es el segundo socio comercial de EE.UU, detrás de China. Por su parte, Estados Unidos mantiene con Brasil un saldo positivo desde hace casi 20 años. El gigante sudamericano exporta hacia ese destino productos como petróleo, café, hierro, acero, pasta de celulosa, jugo de naranja, carne vacuna, aviones y vehículos espaciales.
Desde Argentina, el escenario preocupa. En el primer semestre del año, el déficit comercial con Brasil alcanzó los USD 2.947 millones, con un crecimiento del 53% en las importaciones respecto al mismo período de 2024, según datos de Abeceb. Se destacaron las compras de soja y vehículos.
Efecto derrame: advertencias y oportunidades
Para el economista Mariano Kestelboim, ex embajador ante el Mercosur, el impacto será negativo: "Brasil es el mayor socio comercial de Argentina. Un quinto de nuestras exportaciones totales va a ese país y tres cuartas partes de ellas son manufacturas industriales o de origen agropecuario".
Kestelboim advierte que un deterioro en la economía brasileña podría derivar en una depreciación del real y un menor crecimiento interno, con efectos negativos sobre la ya baja competitividad argentina. También señaló que esto podría sumarse a la presión cambiaria interna en el país y deteriorar aún más el frente externo, afectado por la caída de reservas y el creciente déficit de cuenta corriente.
¿Cuáles productos están alcanzados?
Beatriz Nofal, directora de Eco-Axis y del Comité de EE.UU. del CARI, explicó que el impacto podría ser menor al anticipado debido a una amplia lista de productos exceptuados de los nuevos aranceles. Entre ellos se encuentran el petróleo, el mineral de hierro, aeronaves y sus partes, celulosa y jugo de naranja. Sin embargo, sí serán alcanzados productos clave como el café y la carne vacuna.
Esto, según Nofal, podría abrir una ventana de oportunidad para productos argentinos como carne, azúcar, tabaco y miel en el mercado estadounidense. Aunque advirtió sobre un riesgo en terceros mercados: "La oferta brasileña desplazada se reorientará hacia Europa, China y América Latina, lo que generará una mayor competencia para los exportadores argentinos".
El caso de la carne: oportunidad y amenaza
El sector cárnico es uno de los más directamente afectados. La carne brasileña pasará a pagar una tarifa del 76,4% para entrar a Estados Unidos, lo que prácticamente sella su salida de ese mercado. En los primeros seis meses del año, Brasil había exportado a ese destino 156.000 toneladas por USD 791 millones, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Argentina podría ganar terreno en ese nicho, aunque enfrenta una dura competencia de Australia y Nueva Zelanda. A su favor juega el tipo de producto y la posibilidad de reforzar acuerdos comerciales. Dentro de Sudamérica, Argentina aparece como el principal beneficiario de una eventual retirada brasileña.
No obstante, la presión en mercados alternativos como China será fuerte. Brasil podría volcar ahí gran parte de su excedente, generando un escenario de sobreoferta y presión a la baja sobre los precios internacionales.
Escenario en desarrollo
El conflicto recién comienza y es probable que en los próximos días haya nuevas negociaciones. Las llamadas "tierras raras" brasileñas también estarían sobre la mesa. Una posible retaliación de Brasil podría agravar el cuadro, impactando sobre el esquema arancelario del Mercosur y generando desvíos comerciales con consecuencias imprevisibles.
Nofal concluye que Argentina debería "tender puentes" entre ambos países para reducir tensiones y posicionarse estratégicamente frente al reordenamiento del comercio global. El momento es delicado, pero también ofrece una rara posibilidad de reposicionamiento comercial.