La Casa Blanca confirmó este miércoles que los aranceles del 25% al acero y aluminio anunciados por Donald Trump se sumarán a los impuestos del 25% ya impuestos pero suspendidos para México y Canadá. Si estos últimos entran en vigor el 1 de marzo, el total de gravámenes para ambos países alcanzaría el 50% a partir del 12 de marzo.

Trump firmó el lunes un decreto que impone aranceles del 25% al acero y aluminio importados a Estados Unidos, sin excepciones. "Eso se aplica a todos los países", declaró el presidente estadounidense, alegando riesgos para la "seguridad nacional".

Reacciones de México y Canadá

El ministro de Economía de México, Marcelo Ebrard, pidió a Trump que actúe con "sentido común" y evite medidas que perjudiquen las relaciones comerciales entre ambos países. "No destruir lo que hemos construido los últimos cuarenta años", afirmó Ebrard, destacando que Estados Unidos tiene un superávit comercial con México.

Por su parte, el ministro canadiense Dominic LeBlanc viajó a Washington para reunirse con asesores de Trump y abordar el tema. "No creemos que los aranceles sean la solución correcta", expresó LeBlanc, señalando que Canadá esperará a que Estados Unidos tome una decisión final antes de actuar.

Crisis comercial en América del Norte

La medida de Trump ha generado tensión en la región, especialmente porque México, Canadá y Estados Unidos son socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), renegociado en 2020 por exigencia del presidente estadounidense.

El 1 de febrero, Trump impuso aranceles del 25% a todos los productos procedentes de Canadá y México, pero los suspendió dos días después para dar tiempo a negociaciones. Sin embargo, la amenaza de aumentar los gravámenes al 50% ha intensificado la crisis comercial en la región.