Trump piensa celebrar su cumpleaños con un desfile militar y lanzó una advertencias a los manifestantes
El expresidente planea un evento patriótico en Washington por el aniversario del Ejército, pero advirtió que responderán con fuerza a las protestas
El presidente Donald Trump confirmó que encabezará un desfile militar en Washington este sábado, con motivo del 250° aniversario del Ejército de Estados Unidos y en coincidencia con su cumpleaños número 79. Sin embargo, lo que llamó la atención fueron sus duras advertencias a quienes se atrevan a protestar durante el evento: "enfrentarán una gran fuerza", aseguró.
Un acto patriótico con tono de campaña
Durante una visita a Fort Bragg, en Carolina del Norte, Trump presenció una demostración militar que incluyó ataques con misiles, asaltos a edificios y maniobras con helicópteros. En ese contexto, el líder republicano aprovechó para alabar al Ejército y anticipar una celebración "fantástica" para el sábado en la capital estadounidense.
La elección del 14 de junio -día de su cumpleaños- como fecha para el desfile no parece casual. Trump busca reforzar su perfil patriótico en plena campaña presidencial, apelando al voto militar y conservador.
Desde la Oficina Oval, antes de partir hacia Carolina del Norte, Trump fue tajante con posibles opositores: "Para aquellas personas que deseen protestar, enfrentarán una gran fuerza. Y ni siquiera he oído sobre alguna protesta, pero saben, estas son personas que odian a nuestro país", declaró.
Sus palabras encendieron las alarmas entre organizaciones civiles, ya que no hizo distinciones entre manifestaciones pacíficas y disturbios violentos. Según The New York Times, sus declaraciones reflejan un tono intimidante que recuerda la respuesta de su gobierno ante las protestas en Los Ángeles contra las redadas a inmigrantes.
El expresidente también elogió el despliegue de la Guardia Nacional y los marines durante episodios de agitación recientes en California. Aunque Trump y sus aliados describen las protestas como violentas, activistas locales aseguran que la mayoría fueron pacíficas y que los hechos de vandalismo fueron exagerados para justificar la represión.