"Trump o Brasil": la respuesta de Lula a la amenaza de Estados Unidos
El presidente estadounidense pretende que las exportaciones brasileñas pasen a pagar un arancel del 50% en respuesta al "maltrato" sufrido por Bolsonaro, que enfrenta un proceso judicial por el intento de golpe de Estado. Para Lula se trata de "una injerencia inaceptable".
Mientras el Fluminense se despedía del Mundial de Clubes con una derrota frente al Chelsea por 2 a 0, y los hinchas del Flamengo festejaban con fuegos artificiales incluidos, en la noche carioca se estaba gestando un enfrentamiento en las altas esferas del poder global.
En las últimas semanas, Lula da Silva viene acaparando relevancia y las miradas de buena parte del mundo. Con diferencia de unos pocos días asumió la presidencia pro témpore del Mercosur, recibió a la cumbre de líderes de los BRICS en Rio de Janeiro y ahora está en medio de una disputa cara a cara con Donald Trump.
Este enfrentamiento con la cúpula del poder estadounidense no es nuevo. En 2024, Elon Musk desafió al Supremo Tribunal Federal (STF) al negarse a cumplir órdenes judiciales que exigían que nombre un representante en Brasil para su empresa "X" (antes Twitter) y pague multas adeudadas. El conflicto escaló durante varios meses, hasta la amenaza de bloqueo de la red social en suelo brasilero.
En ese momento, Lula intervino en defensa de la soberanía nacional, señalando que "Musk va a tener que respetar al pueblo y a las instituciones brasileñas". El magnate tecnológico finalmente cedió, pero el episodio dejó al descubierto una tensión latente entre el gobierno brasileño y figuras del poder global alineadas con el bolsonarismo.
Ahora, la escalada es más directa y con consecuencias concretas. Trump envió una carta anunciando que, desde el 1° de agosto, las exportaciones brasileñas hacia EE.UU. pagarán un arancel del 50%. El argumento: una represalia por el "maltrato al expresidente Bolsonaro y su familia", que actualmente enfrenta un proceso judicial por el intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022, y está bajo sospecha de haber tenido conocimiento de un plan para asesinar al propio Lula y al juez Alexandre de Moraes.
Un gesto de alineamiento internacional
Trump y Bolsonaro se miran y se reconocen como las dos caras de una misma moneda. Ambos protagonizaron intentos por deslegitimar resultados electorales, incentivaron la invasión de edificios públicos (el Capitolio en Estados Unidos y el Congreso en Brasil) y promovieron teorías conspirativas para sostener sus proyectos políticos. Ahora, el líder republicano busca presionar a la justicia brasileña con una medida comercial que no tiene justificación económica: Estados Unidos mantiene superávit en su balanza comercial con Brasil. Es decir, no hay un "déficit" que pueda sostener tal castigo arancelario.
Desde que asumió su segundo mandato, Trump lleva adelante una política comercial agresiva, intentando recuperar por la fuerza la pérdida de productividad de la industria estadounidense. El establecimiento de aranceles es, a fin de cuentas, una estrategia defensiva que admite la imposibilidad de competir con los productos provenientes de otros países. Sin solución de continuidad, ahora busca también ser un arma para influir en procesos judiciales de otros países.
La respuesta de Lula
Lula no tardó en responder. En primer lugar, calificó el anuncio como un acto inaceptable de injerencia de un dirigente extranjero en los asuntos internos del Poder Judicial brasileño. En segundo lugar, apuntó a Bolsonaro por impulsar una campaña de presión internacional que, en los hechos, amenaza el empleo en sectores industriales clave de Brasil, especialmente en el núcleo industrial de São Paulo.
Tendo em vista a manifestação pública do presidente norte-americano Donald Trump apresentada em uma rede social, na tarde desta-quarta (9), é importante ressaltar:
— Lula (@LulaOficial) July 9, 2025
O Brasil é um país soberano com instituições independentes que não aceitará ser tutelado por ninguém.
O processo...
Más allá del impacto comercial, el episodio le permitió al presidente reencontrarse con una narrativa fuerte y clara que estaba faltando en su tercer mandato. Una parte importante de su base electoral percibe en este conflicto la oportunidad de trazar una línea divisoria al estilo del histórico "Braden o Perón" en Argentina. En las mesas del comedor universitario, la discusión ya esta servida: los Gordos Se Viene versus los Gordos No Pasa Nada. De un lado, quienes ya imaginan la campaña de Lula 2026; del otro, quienes creen que Trump exagera y que todo esto será retirado antes de que se concrete.
Sea como sea, Lula parece dispuesto a aprovechar el momento. "Trump o Brasil" podría ser el nuevo lema de una campaña presidencial que cada vez está mas cerca.
FUENTE: DIARIO LA PAUSA | AUTOR: Joel Sidler