El presidente de EE.UU. se mostró confiado en cerrar un plan de paz

En su cuarta visita del año a Washington, Benjamin Netanyahu fue recibido por Donald Trump en la Casa Blanca en una cumbre clave para destrabar el conflicto en Gaza. Mientras el presidente de EE.UU. se mostró "muy confiado" en alcanzar un acuerdo, el primer ministro israelí mantuvo un tono reservado.

Ambos líderes discutirán un ambicioso plan de 21 puntos impulsado por Washington que contempla el desarme total de Hamas, la liberación de todos los rehenes y un alto al fuego supervisado por actores internacionales.

Tensiones con Qatar y el papel de la diplomacia

Antes de la reunión, Netanyahu llamó al primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani, para disculparse por el ataque israelí en Doha del 9 de septiembre, en el que murieron seis personas, incluido un guardia de seguridad catarí. La llamada fue coordinada por Trump desde la Casa Blanca y buscó bajar tensiones con un actor clave en las negociaciones.

Qatar, junto a Egipto y EE.UU., oficia como mediador en la búsqueda de una tregua, aunque el reciente ataque complicó el escenario. Israel se comprometió a no repetir acciones militares en territorio qatarí, en lo que fue leído como un gesto diplomático necesario para avanzar con el acuerdo.

Una hoja de ruta para la posguerra

El borrador que manejan las partes incluye la creación de una Autoridad Internacional de Transición para Gaza, con apoyo de la ONU y países del Golfo, que podría eventualmente ceder el control a una Autoridad Palestina reformada. Sin embargo, Netanyahu volvió a rechazar esta opción en su discurso ante la ONU, al considerar que un Estado palestino sería un "suicidio nacional" para Israel.

En paralelo, las familias de los rehenes israelíes presionan a Trump para que no ceda ante las resistencias del gabinete israelí y avance con el plan. A través de una carta pública, pidieron que se "mantenga firme" frente a quienes buscan sabotear el acuerdo.