Sobre el filo del plazo autoimpuesto y tras intensas negociaciones que se extendieron hasta la madrugada, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves el ambicioso presupuesto del presidente Donald Trump. Con 218 votos a favor y 214 en contra, el plan de recortes fiscales y gastos por US$4,5 billones consiguió avanzar, pese a las resistencias internas del propio bloque republicano.

El proyecto, de más de 800 páginas, será firmado por el mandatario este viernes 4 de julio, en coincidencia con el Día de la Independencia. "Hoy es un día victorioso para el pueblo estadounidense", celebró la secretaria de Prensa, Karoline Leavitt.

Tensiones internas y una larga madrugada

A pesar de tener mayoría en la Cámara, los republicanos enfrentaron una pulseada interna entre sectores moderados y el ala más conservadora. Los primeros se mostraron preocupados por los recortes sociales; los segundos, exigían aún más ajustes al gasto público. Finalmente, solo dos republicanos -Brian Fitzpatrick (Pensilvania) y Thomas Massie (Kentucky)- votaron en contra.

El propio Trump se involucró en las negociaciones, ofreciendo concesiones a legisladores clave para garantizar el respaldo. Algunos, como Ralph Norman, admitieron haber cambiado de postura tras acuerdos cerrados a puertas cerradas, aunque sin revelar detalles.

En paralelo, el demócrata Hakeem Jeffries protagonizó una movida inesperada: habló durante ocho horas y 46 minutos, marcando un récord en la Cámara en un intento por dilatar la votación.

Un plan millonario con fuertes críticas

El paquete aprobado contempla más financiamiento para defensa y seguridad fronteriza, además de nuevos beneficios fiscales para empresas y sectores de altos ingresos. También amplía los recortes impositivos de 2017 y suma nuevas exenciones que Trump había prometido en campaña, como beneficios sobre propinas y horas extra.

A cambio, el proyecto impone fuertes recortes en programas sociales como Medicaid y asistencia alimentaria. La Oficina Presupuestaria del Congreso advirtió que la medida podría aumentar el déficit en US\$3,3 billones en la próxima década.

Desde el FMI también expresaron preocupación. "Estados Unidos necesita reducir su déficit fiscal para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública", alertó Julie Kozack, vocera del organismo.

Joe Biden, por su parte, calificó la ley como "cruel e imprudente", advirtiendo que golpeará especialmente a los sectores más vulnerables para beneficiar a los multimillonarios.