El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nombró a Thomas Homan como su "zar de la frontera", encargándose de la política migratoria y la seguridad fronteriza en su gobierno.

Con una vasta experiencia en el manejo de la inmigración irregular, Homan liderará las medidas de deportación, que incluyen una estrategia de expulsión masiva de migrantes indocumentados.

De la policía a la frontera: la carrera de Thomas Homan

El recorrido de Homan comenzó en Nueva York como agente de policía, antes de unirse al Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) en 1984. A lo largo de los años, ascendió dentro del ICE y fue pieza clave en la administración Obama en la supervisión de deportaciones, lo que le valió reconocimientos como el Presidential Rank Award.

Bajo Trump, Homan se consolidó como una figura prominente en la política migratoria de la Casa Blanca, defendiendo medidas de deportación agresivas.

La controvertida política de "tolerancia cero" y las deportaciones masivas

Conocido por su enfoque duro, Homan fue un firme defensor de la política de "tolerancia cero" implementada en 2018, que resultó en la separación de miles de niños de sus padres.

En entrevistas recientes, Homan detalló su plan para ejecutar una de las mayores operaciones de deportación en la historia de EE.UU. que, a diferencia de la etapa anterior, se enfocará en deportar familias completas sin separarlas, aunque expertos cuestionan la viabilidad y el costo de esta propuesta.

Desafíos para la implementación de deportaciones masivas

Aunque el plan de deportaciones masivas promete ser uno de los pilares del gobierno de Trump, su costo y sus posibles repercusiones en la economía de Estados Unidos generan preocupación.

Según estimaciones, el proceso podría tener un costo anual de US$ 88.000 millones, afectando a sectores económicos que dependen de trabajadores migrantes. Sin embargo, Trump y Homan siguen adelante con la estrategia, planteando un enfoque más sistemático en áreas específicas como centros de trabajo.