El pasado lunes, un barco con 31 turistas y 14 tripulantes egipcios naufragó en la zona de Al Ghadeer, en el Mar Rojo, durante un viaje de buceo de seis días. Según fuentes locales, la embarcación zarpó desde Hurgada y se dirigía hacia Marsa Alam cuando encalló en un arrecife de coral antes de hundirse por causas aún desconocidas.

Rescates y operativos en marcha

El gobernador de la provincia del Mar Rojo, Amro Hanafi, confirmó que algunos supervivientes fueron rescatados gracias a la intervención conjunta de las Fuerzas Armadas y Navales egipcias.

"El helicóptero de búsqueda y rescate pudo trasladar a algunos supervivientes para recibir atención médica, mientras que otros permanecieron asegurados en el lugar hasta la llegada de la fragata Al Fateh", declaró Hanafi. 

Sin embargo, no precisó el número exacto de rescatados ni la nacionalidad de los turistas.

El gobernador también aseguró que las operaciones de búsqueda continúan con el objetivo de localizar a los desaparecidos, destacando que "la seguridad de todos es nuestra prioridad".

Una señal de socorro y la incertidumbre

Fuentes de seguridad explicaron que el centro de control de la gobernación recibió una señal de emergencia emitida por un miembro de la tripulación cuando el barco comenzó a hundirse. Desde entonces, helicópteros y fragatas especializadas trabajan en la zona en un esfuerzo por encontrar a las personas desaparecidas.

El Mar Rojo es un destino reconocido por sus arrecifes de coral y actividades de buceo, atrayendo turistas de todo el mundo. Sin embargo, este incidente plantea preocupaciones sobre las medidas de seguridad y los protocolos en este tipo de actividades. Las autoridades prometieron informar de cualquier avance en la investigación y en las operaciones de rescate.