"No confiamos en que esta guerra haya terminado": miedo y tensión en Teherán tras los bombardeos
Tras el ataque conjunto de Israel y Estados Unidos, Teherán intenta volver a la normalidad.
El líder supremo de Irán, ayatollah Alí Khamenei, reapareció en un mensaje grabado y transmitido por la cadena estatal IRIB, en medio del caos dejado por los bombardeos israelíes. Fue su primera declaración pública desde el anuncio del alto el fuego propuesto por Donald Trump. "Los estadounidenses quieren que nos rindamos", afirmó, mientras se presume que permanece oculto en un búnker.
El edificio desde el que tradicionalmente se emiten los discursos del líder quedó destruido por un misil que arrasó con estudios, cámaras y oficinas. Israel justificó el ataque alegando que allí se coordinaban operaciones militares. En paralelo, hospitales de la ciudad siguen atendiendo a heridos, muchos de ellos víctimas del ataque a la prisión de Evin, considerada un símbolo del poder represivo del régimen iraní.
Miedo, dolor y una ciudad sin certezas
En las calles de Teherán, la vida intenta recuperar su ritmo. El tráfico, los bazares y los cafés reabren. Sin embargo, el miedo persiste. "No confiamos en que esta guerra haya terminado", dice Ashraf Barghi, enfermera jefe del Hospital General de Taleghani. Como ella, muchos teheraníes sienten que el conflicto está lejos de concluir.
Las cifras oficiales del Ministerio de Salud reportan al menos 627 muertos y cerca de 5000 heridos tras doce días de ofensiva militar. "Las heridas que tratamos son las peores que vi en 32 años", remarcó Barghi.
En medio del dolor, los ciudadanos también expresan su deseo de cambio. "Queremos mayores libertades", pide un joven llamado Alí Reza durante un concierto al aire libre frente a la torre Azadi, símbolo de la ciudad. Otros, como Hamed, un estudiante de 18 años, critican la falta de diplomacia y los ataques a instalaciones nucleares como un acto de imposición por parte de Occidente.