Tensión en Siria: Israel y Damasco pactan un alto el fuego tras días de violencia en Sweida
El acuerdo fue impulsado por Estados Unidos y busca frenar el derramamiento de sangre entre drusos y beduinos. Sin embargo, persisten los enfrentamientos y la desconfianza en el terreno.
Tras varios días de intensos combates en la provincia siria de Sweida, el presidente sirio Ahmed Al-Sharaa y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acordaron una tregua para frenar la escalada. La mediación contó con el respaldo de Estados Unidos, Turquía y países vecinos, según informó el embajador estadounidense en Turquía, Tom Barrack.
El objetivo del acuerdo es detener la violencia entre comunidades drusas y beduinas, y promover la formación de una nueva identidad nacional siria basada en la convivencia. Turquía, Jordania y otros Estados de la región se sumaron al llamado por la paz.
El conflicto que encendió la mecha en Sweida
La tensión estalló el domingo, cuando estallaron enfrentamientos entre milicias drusas y tribus beduinas suníes. Las fuerzas sirias intervinieron alegando restaurar el orden, pero terminaron respaldando a los beduinos, lo que desató la reacción de Israel.
En respuesta, el gobierno israelí bombardeó posiciones del ejército sirio en el sur del país, e incluso atacó instalaciones clave en Damasco. Justificó su accionar como una medida de protección hacia la comunidad drusa, una minoría que también tiene presencia en Israel y cuyo vínculo con el Estado hebreo es históricamente cercano.
Una tregua que pende de un hilo
Aunque se anunció un alto el fuego el miércoles, los enfrentamientos no cesaron del todo. Nuevos choques entre drusos y beduinos se registraron en las últimas horas, con denuncias de ejecuciones, saqueos y desplazamientos forzados. La violencia dejó cientos de muertos en apenas cuatro días.
El acuerdo prevé que las milicias drusas se hagan cargo de la seguridad interna en Sweida mientras las fuerzas del régimen se retiran, pero el despliegue gubernamental previsto para este viernes fue demorado, aumentando la incertidumbre.
Mientras tanto, desde Hezbollah -grupo armado respaldado por Irán- rechazaron cualquier tipo de desarme y advirtieron que están listos para la confrontación con Israel, lo que suma tensión al ya delicado equilibrio regional.