La NASA tomó una decisión inesperada respecto a su plan de misiones lunares tripuladas: abrir la competencia por el contrato del módulo de aterrizaje lunar. La medida responde a los retrasos que SpaceX, la empresa de Elon Musk, enfrenta con su nave Starship. Ahora, otras compañías privadas, como Blue Origin de Jeff Bezos, podrían sumarse a la carrera lunar.

Sean Duffy, jefe interino de la agencia espacial, afirmó: "Estamos en una carrera contra China. Si SpaceX se demora y otra compañía puede hacerlo antes, avanzaremos con ellos. No podemos depender de una sola empresa".

Blue Origin se posiciona como alternativa

La empresa de Bezos, conocida por sus cohetes reutilizables New Shepard y New Glenn, trabaja junto a la NASA en misiones futuras, incluyendo el envío de la sonda Escapade a Marte. Blue Origin ya había cuestionado la elección inicial de SpaceX para liderar el aterrizaje lunar, y ahora tiene la oportunidad de demostrar su capacidad para cumplir los plazos exigidos por la agencia.

Duffy dejó en claro que la prioridad es llegar a la Luna antes de China, instalar una base y luego planificar futuras misiones a Marte. "Vamos a tomar a cualquiera que pueda llevarnos primero a la Luna", señaló.

Misiones Artemis: del órbita lunar al aterrizaje histórico

El programa Artemis se prepara para un regreso histórico: Artemis II llevará astronautas a la órbita lunar a comienzos de 2026, mientras que Artemis III, previsto para 2027, marcará el primer aterrizaje tripulado en la Luna desde 1972.

El contrato original con SpaceX, firmado en 2021 por US$4400 millones, está ahora bajo revisión. La decisión de la NASA abre la puerta a que otras compañías de la industria espacial compitan por cumplir la misión, generando una nueva etapa de rivalidad a apenas dos años de la fecha límite.

La reacción de Musk y la polémica pública

Las declaraciones de Duffy provocaron la reacción de Elon Musk, quien criticó a la NASA en la red social X, burlándose del jefe interino con un juego de palabras sobre su apellido. Musk defendió la relevancia de SpaceX para la llegada a la Luna y para futuras misiones a Marte, asegurando que la Starship cumplirá con toda la misión lunar.

La apertura del contrato marca un giro estratégico de la NASA y promete intensificar la competencia entre las empresas privadas que buscan consolidar su lugar en la nueva era de la exploración espacial.