Rusia y Ucrania acuerdan intercambio de prisioneros, pero sin cese al fuego por ahora
En una nueva ronda de contactos celebrada en Estambul, Rusia y Ucrania acordaron un intercambio de prisioneros de guerra heridos o gravemente enfermos, además de soldados capturados entre 18 y 25 años.
También se confirmó la entrega de 6.000 cuerpos de combatientes caídos, como parte de un gesto humanitario para aliviar las tensiones mientras el conflicto continúa sin tregua.
A pesar de este avance, las negociaciones no lograron concretar un alto el fuego, ya que Moscú condicionó cualquier cese de hostilidades a que Kiev retire sus tropas de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, que Rusia considera anexadas. Además, exigió que Ucrania renuncie a ingresar en alianzas militares como la OTAN y limite el tamaño de sus Fuerzas Armadas.
Condiciones del Kremlin para una tregua de 30 días
El canciller ucraniano Rustem Umérov fue quien lideró nuevamente la delegación de Kiev. Allí, solicitó un alto el fuego de 30 días, pero se encontró con un fuerte condicionamiento ruso que exige un repliegue total ucraniano en las zonas en disputa.
"Nos tomaremos una semana para analizar los documentos rusos", dijo Umérov, quien había pedido recibir esa documentación antes del encuentro para facilitar avances concretos.
Por su parte, Vladímir Medinski, enviado del Kremlin, destacó que el memorando entregado incluía una hoja de ruta hacia un posible cese total de hostilidades, pero que sin las condiciones previas, no hay acuerdo posible.
Reunión de líderes y el rol clave de Turquía y Trump
Uno de los puntos llamativos de la jornada fue la propuesta de una cumbre cuatripartita entre Volodímir Zelenski, Vladímir Putin, Donald Trump y Recep Tayyip Erdogan. Ucrania impulsó el encuentro con la esperanza de que una reunión cara a cara destrabe las negociaciones de paz.
Erdogan confirmó su disposición a recibir la cumbre en Estambul o Ankara: "Si todos aceptan, yo también me sumo". Trump, por su parte, dio luz verde a la idea, aunque puso como condición previa que ambas partes estén realmente dispuestas a sentarse a negociar.