El presidente de Rusia, Vladímir Putin, volvió a apuntar con dureza contra los líderes de la Unión Europea y los calificó de "cerditos" en declaraciones recientes. El mandatario utilizó ese término para referirse a lo que considera una actitud hostil y cerrada de los gobiernos europeos frente a Moscú.

Según Putin, la dirigencia de la UE actúa guiada por intereses que no contribuyen a la estabilidad internacional ni a la búsqueda de soluciones diplomáticas.

Elogios a Donald Trump

En contraste con sus críticas a Europa, Putin destacó la postura de Donald Trump y afirmó que el expresidente de Estados Unidos muestra una mayor disposición al diálogo. El líder ruso sostuvo que Trump tiene una mirada más pragmática sobre los conflictos internacionales y una actitud más abierta a negociar.

La comparación dejó expuesta la diferencia que Putin marca entre la política exterior europea y la que, según su visión, representa Trump.

Repercusiones internacionales

Las declaraciones generaron repercusión inmediata en el escenario político internacional. Analistas señalaron que el tono confrontativo de Putin forma parte de una estrategia discursiva habitual para marcar posiciones frente a Occidente y reforzar su mensaje hacia el público interno.

Las críticas también reavivaron el debate sobre el estado actual de las relaciones entre Rusia y los países de la Unión Europea.

Un vínculo marcado por la tensión

La relación entre Moscú y la Unión Europea atraviesa uno de sus momentos más delicados, atravesada por sanciones económicas, desacuerdos diplomáticos y el conflicto en Ucrania. En ese contexto, los cruces verbales entre líderes se volvieron frecuentes.

Los dichos de Putin se suman así a una escalada discursiva que refleja la profundidad de las tensiones entre Rusia y Occidente.