La tensión en Medio Oriente escaló abruptamente luego del reciente ataque de Estados Unidos contra territorio iraní, lo que motivó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a convocar una reunión de emergencia este domingo. El pedido fue impulsado por el gobierno iraní, que denunció una grave violación del derecho internacional.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán exigieron que se tomen "medidas urgentes y decisivas" para responder a lo que calificaron como un acto ilegal. "El silencio ante una agresión tan flagrante hundiría al mundo en un nivel de peligro y caos sin precedentes", advirtieron en un comunicado oficial.

Esta es la tercera sesión extraordinaria que se realiza en el marco del conflicto creciente entre Irán e Israel, con Washington jugando un rol cada vez más protagónico.

Guterres: "Estamos al borde de otro ciclo de destrucción"

Durante la sesión del Consejo, el secretario general de la ONU, António Guterres, fue categórico: "Estamos ante un giro peligroso en Medio Oriente". Alertó sobre la posibilidad de entrar en una cadena de represalias sin fin, lo cual afectaría directamente a las poblaciones civiles de la región.

"El pueblo de Oriente Medio ya no soporta más violencia. Sin embargo, todo indica que vamos camino a un nuevo ciclo de destrucción", subrayó Guterres.

Rafael Grossi advirtió sobre los riesgos nucleares

Desde Viena, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, sumó su voz de preocupación. En una intervención por videoconferencia, alertó sobre los riesgos de ataques a instalaciones nucleares y pidió "máxima moderación" a todas las partes involucradas.

Grossi confirmó que tras los bombardeos estadounidenses se detectaron cráteres en la zona de Fordo, el principal centro de enriquecimiento de uranio iraní. Si bien aún no se puede determinar el daño exacto en las instalaciones subterráneas, el titular del OIEA dejó en claro que "los ataques armados contra sitios nucleares no deberían ocurrir nunca".

También advirtió que si se cierra la puerta a la diplomacia, el régimen de no proliferación nuclear corre riesgo de colapsar.

El escenario internacional atraviesa un momento delicado. La comunidad global observa con atención el curso de los acontecimientos en Irán, mientras la ONU y el OIEA llaman a la calma y al retorno del diálogo como única salida posible para evitar una catástrofe mayor.