María Corina Machado, líder opositora de Venezuela y Premio Nobel de la Paz 2025, llegó a Oslo en la madrugada de este jueves. Su arribo fue confirmado por el presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, frente al Grand Hotel, donde tradicionalmente se alojan los galardonados.

La dirigente salió de Venezuela el martes en un barco hacia Curazao bajo estrictas medidas de seguridad y manteniendo la discreción por amenazas recibidas. Hasta su partida, Machado permaneció oculta, escoltada por un equipo de confianza que garantizó la confidencialidad de sus movimientos.

Ceremonia del Nobel y reconocimiento simbólico

Durante la entrega del Nobel, su hija Ana Corina Sosa Machado recibió la medalla y el diploma en su lugar. En el discurso familiar se destacó la intención de Machado de regresar pronto a Venezuela y mantener su lucha por la libertad: "No renunciará a la aspiración de vivir en un país libre", afirmó Sosa.

El acto tuvo un fuerte componente político: el presidente del Comité Nobel pidió públicamente al mandatario venezolano Nicolás Maduro que acepte los resultados electorales y renuncie a su cargo, generando una ovación del público. Además, se realizaron homenajes musicales a Venezuela con la interpretación de "Alma llanera" y otras canciones emblemáticas.

Contexto político y riesgos ante el regreso

El premio reconoce a Machado como referente de la transición democrática en Venezuela. Tras las elecciones de 2024, enfrentó acusaciones judiciales de conspiración, incitación al odio y terrorismo, y la Fiscalía advirtió que salir del país la convertiría en "fugitiva".

Expertos advierten que, aunque el gobierno venezolano ha sido más cauteloso con ella que con otros opositores, existe riesgo de arresto si retorna. Al mismo tiempo, un exilio prolongado podría afectar su capacidad de liderazgo.