La moda y el Vaticano cruzaron caminos de manera inesperada en el cierre de 2025. La revista Vogue, considerada la biblia del estilo a nivel mundial, incluyó al papa León XIV en su lista de las cincuenta personas mejor vestidas del año, una elección que sorprendió tanto al mundo eclesiástico como al fashionista.

El pontífice, nacido en Estados Unidos y elegido tras un cónclave que duró menos de 24 horas, compartió el ranking con figuras como Timothée Chalamet, Elle Fanning, Venus Williams, Michelle Obama y la diseñadora Miuccia Prada.

Un estilo que marcó distancia con el papa Francisco

Según Vogue, León XIV "rompió con los gustos humildes de su predecesor, el papa Francisco", aunque mantuvo el legado de las vestimentas litúrgicas de corte impecable y la tradición del sastre papal. La revista subrayó especialmente su primera aparición pública como pontífice, cuando salió al balcón central de la Basílica de San Pedro con una muceta de satén rojo, estola bordada en oro y una cruz colgante sobre un cordón de seda dorado.

La comparación con Francisco fue inevitable. En 2013, Jorge Bergoglio había impactado al mundo con un estilo austero: sin muceta roja y con su clásico crucifijo plateado, un gesto que reforzó desde el inicio su perfil pastoral y cercano.

El sastre papal y la moda en el Vaticano

Raniero Mancinelli, histórico sastre del Vaticano que ya vistió a cuatro papas, celebró la mención en Vogue y explicó las diferencias entre ambos estilos. "Francisco era muy simple y práctico. León es un poco más elegante, más atento al detalle, aunque sin ser exigente", aseguró en una entrevista con La Repubblica.

Vogue también destacó el intento del nuevo papa por modernizar la imagen de la Iglesia, incluso invitando a figuras del cine como Monica Bellucci y Cate Blanchett al Vaticano, en una combinación inédita de tradición, cultura y guiños contemporáneos.

No es la primera vez que un pontífice aparece en revistas de moda y tendencias. En 2013, Francisco fue elegido "hombre del año" por Vanity Fair, y volvió a ser portada en plena pandemia con un mensaje de fraternidad y esperanza. Esta vez, el protagonista fue León XIV, confirmando que, incluso en la Iglesia, el estilo también comunica.