Corea del Norte volvió a encender las alarmas internacionales. El líder Kim Jong Un supervisó un concurso de disparo de unidades de artillería, donde arengó a las tropas a mantenerse listas para una guerra real. Según la agencia oficial KCNA, el mensaje fue claro: los soldados deben estar preparados para combatir en cualquier momento y destruir al enemigo en cada batalla.

Las imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron a los militares lanzando proyectiles al mar, mientras Kim observaba la escena con binoculares desde un puesto elevado, flanqueado por altos mandos del ejército. Aunque no se especificó la ubicación del evento, el tono del acto fue decididamente marcial.

Crece la alianza bélica entre Pyongyang y Moscú

El llamado a la preparación no ocurre en el vacío. Corea del Norte ha intensificado su colaboración militar con Rusia, en el contexto de la guerra en Ucrania. De acuerdo a reportes de inteligencia surcoreanos y occidentales, Pyongyang envió el año pasado más de 10.000 soldados a la región rusa de Kursk, junto con armamento pesado: proyectiles, misiles y sistemas de cohetes de largo alcance.

Las bajas no fueron menores: unas 600 muertes y miles de heridos entre las filas norcoreanas, según fuentes de Corea del Sur. Este despliegue militar responde a un acuerdo firmado en 2023 entre ambos países, que contempla asistencia mutua en caso de agresión, sellado durante la visita del presidente ruso Vladimir Putin a Pyongyang.

Un respaldo sin fisuras a la ofensiva rusa

La alianza entre Corea del Norte y Rusia no se limita al campo de batalla. El pasado 13 de julio, Kim Jong Un reafirmó su apoyo total a Moscú durante un encuentro con el canciller ruso Serguéi Lavrov en la ciudad costera de Wonsan. En ese marco, Kim ratificó el compromiso norcoreano con la causa rusa en Ucrania, en un contexto de creciente aislamiento internacional para ambos regímenes.