El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro fue sometido este domingo a una operación quirúrgica en Brasilia por una obstrucción intestinal, y la intervención -que se extendió por más de 11 horas- culminó con éxito, según confirmó su esposa, Michelle Bolsonaro, a través de redes sociales.

La cirugía estuvo motivada por las secuelas del atentado que sufrió en septiembre de 2018, cuando fue apuñalado en plena campaña electoral. Desde entonces, el líder de la ultraderecha brasileña ha atravesado múltiples procedimientos quirúrgicos por problemas digestivos.

Traslado de urgencia desde Natal

Bolsonaro, de 70 años, fue trasladado desde un hospital en la ciudad de Natal, en el noreste del país, tras experimentar fuertes dolores abdominales mientras cumplía compromisos políticos. Allí se le practicaron exámenes que confirmaron la persistencia de la obstrucción intestinal, a pesar del tratamiento inicial, lo que derivó en la necesidad de trasladarlo a la capital.

Antes de la cirugía, el exmandatario había anticipado en su cuenta de X que su estado de salud era "estable", aunque probablemente debía ser intervenido, ya sea en Brasilia o en São Paulo.

El nuevo episodio de salud de Bolsonaro ocurre en un momento tenso: hace apenas dos semanas, el Tribunal Supremo brasileño autorizó abrir un proceso en su contra por presunta conspiración golpista. Se lo acusa de haber planeado, junto con ministros y militares, una maniobra para evitar que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera la presidencia en 2023.