El conflicto entre Israel y Hezbollah sigue escalando en el Líbano, con una serie de intensos bombardeos lanzados por el Ejército israelí durante la noche. Más de una decena de sucursales de Al Qard al Hassan, organización financiera vinculada al grupo chií Hezbollah, fueron atacadas en distintas localidades, incluyendo los suburbios del sur de Beirut y áreas cercanas al aeropuerto internacional Rafik Hariri. Esta nueva ofensiva desató el caos en la capital libanesa y otras regiones, mientras la población enfrenta nuevas órdenes de evacuación. 

Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), "el número de ataques en los suburbios del sur de Beirut ascendió a 11", destacando que uno de los bombardeos ocurrió cerca del aeropuerto, único en el país. Las explosiones en esa zona densamente poblada sembraron pánico entre los residentes, quienes se vieron forzados a abandonar sus hogares en busca de refugio seguro.

Además de Beirut, ciudades como Baalbek, Hermel y Rayak, en el este del Líbano, también fueron blanco de los ataques. En la costera Sidón, los desplazados que se refugiaban en una escuela salieron corriendo tras un bombardeo cercano a una sucursal de Al Qard al Hassan. La situación en la región llegó a un punto crítico, con el temor de que la violencia continúe escalando.

Las autoridades libanesas emitieron múltiples avisos de evacuación tras los ataques, especialmente en áreas donde se cree que Hezbollah mantiene importantes infraestructuras. El Ministerio de Salud Pública libanés informó que los pacientes del Hospital de Baalbek fueron trasladados a zonas más seguras dentro del edificio para protegerlos de los bombardeos.

Por su parte, el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adree, aseguró que los ataques están dirigidos contra "infraestructuras" que sostienen el "poder económico" de Hezbollah, un grupo respaldado por Irán. Aunque aún no se han reportado víctimas, la situación sigue siendo extremadamente tensa.

Al Qard al Hassan, la organización atacada, es una entidad sin fines de lucro que proporciona microcréditos sin intereses, mayormente a familias que no tienen vínculos directos con Hezbollah pero que recurren a ella ante la crisis económica que asola al Líbano desde 2019. Con el debilitamiento de las instituciones financieras del país, muchos ciudadanos dependen de estos préstamos para su supervivencia. 

Este recrudecimiento de la violencia ocurre justo antes de la llegada de Amos Hochstein, enviado de la Casa Blanca y mediador en el conflicto entre Israel y el Líbano, lo que podría complicar aún más las negociaciones diplomáticas en la región.