Israel bombardeó este lunes el puerto de Al Hodeida, en el oeste de Yemen, en una ofensiva contra objetivos del grupo rebelde hutí, respaldado por Irán. Según el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, el operativo tuvo como blanco infraestructura usada para almacenar y trasladar armas, así como embarcaciones empleadas en ataques en el mar Rojo.

"El Ejército está castigando con vigor cualquier intento de restaurar infraestructuras terroristas", afirmó Katz. Entre los blancos atacados había tanques de combustible, vehículos de ingeniería y barcos utilizados por los hutíes, quienes controlan gran parte del norte y oeste de Yemen desde 2015.

Tel Aviv advierte que responderá con dureza

Desde el inicio de la guerra en Gaza, los hutíes intensificaron sus ataques contra Israel y embarcaciones internacionales, lanzando misiles y atentando contra rutas marítimas claves. El viernes pasado, uno de esos misiles fue interceptado por la Fuerza Aérea israelí, aunque logró activar las alarmas antiaéreas en Tel Aviv.

"El destino de Yemen será el mismo que el de Teherán. Los hutíes pagarán un alto precio por lanzar misiles contra Israel", advirtió Katz, quien calificó al grupo como una "extensión armada del régimen iraní".

Las Fuerzas de Defensa de Israel aseguran que el puerto de Hodeida es utilizado para el contrabando de armas iraníes: "Es una base logística clave para ejecutar ataques terroristas contra Israel y sus aliados", sostiene el Ejército, que denunció el uso de infraestructura civil con fines militares.

Una escalada regional con efectos globales

Un funcionario hutí citado por AFP confirmó que el bombardeo destruyó parte del muelle, recientemente reconstruido tras ataques anteriores. Israel asegura haber identificado tareas de restauración de capacidad militar en la zona, lo que motivó la nueva ofensiva.

En lo que va del año, los hutíes han intensificado sus ataques en el mar Rojo. En julio, hundieron el carguero Eternity C, matando a cuatro tripulantes. También fueron atacados el Magic Seas y el Rubymar, este último provocando un grave derrame al transportar fertilizantes.

Con más de 100 ataques registrados desde 2023, Israel considera a los hutíes una amenaza regional, que actúa en coordinación con Teherán. A pesar de un alto el fuego anunciado en mayo, la violencia continúa. Las operaciones hutíes combinan misiles, drones y lanchas explosivas, afectando gravemente el comercio global y la seguridad marítima.