La tensión entre Irán y Estados Unidos se trasladó con fuerza a territorio israelí. Como represalia a los recientes bombardeos de Washington sobre instalaciones nucleares iraníes, Teherán lanzó una serie de misiles contra distintas ciudades de Israel. El saldo hasta el momento: 86 personas heridas, dos de ellas en estado delicado, y severos daños materiales.

Tel Aviv fue una de las zonas más golpeadas. Un misil impactó de lleno en un edificio residencial del barrio Ramat Aviv, al norte de la ciudad, provocando su colapso parcial. También se registraron explosiones en Haifa y Nes Tziona, al norte y centro del país, respectivamente.

Tel Aviv, bajo fuego: edificios destruidos y escenas de caos

La agencia de emergencias Magen David Adom (MDA) confirmó que varios edificios residenciales de dos pisos sufrieron graves daños y algunos incluso se derrumbaron por completo. "Es una zona de destrucción total", detallaron los equipos de rescate, que aún continúan buscando posibles víctimas entre los escombros.

En total, 86 personas fueron asistidas en hospitales durante la madrugada del domingo. La mayoría presentaba heridas leves, aunque se registraron cuatro casos de ataques de ansiedad y tres pacientes permanecen en observación.

Ataque coordinado: Irán apuntó a objetivos clave

Desde Teherán, el régimen iraní reconoció que este ataque formó parte de lo que denominaron "la vigésima oleada de la Operación Promesa Verdadera 3", y aseguraron que el blanco eran puntos estratégicos israelíes como el Aeropuerto Internacional Ben Gurión, centros de mando y laboratorios biológicos.

Frente a esta ofensiva, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron con una operación militar en el oeste de Irán, dirigida a plataformas de lanzamiento y posiciones de las fuerzas armadas iraníes. Según su comunicado, lograron neutralizar lanzadores de misiles que estaban en condiciones de atacar nuevamente.

La situación en Medio Oriente continúa en un punto crítico, con ambos bandos intensificando su accionar. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca esta peligrosa escalada con creciente preocupación.