Peter Sullivan, un hombre británico de 68 años, fue finalmente absuelto después de pasar 38 años en prisión por un crimen que nunca cometió. La prueba de ADN aplicada con tecnología actual permitió demostrar su inocencia en el asesinato de una joven en 1986, convirtiéndose así en el caso de mayor tiempo de prisión por error judicial en la historia del Reino Unido.

Sullivan tenía 30 años cuando fue condenado por la muerte de Diane Sidwell, una camarera de 21 años que fue atacada y asesinada mientras volvía de su trabajo en la localidad de Bebington, cerca de Liverpool. El fallo condenatorio se basó en pruebas circunstanciales y técnicas forenses que hoy se consideran obsoletas.

El ADN cambió la historia: "Lo que me ocurrió fue muy injusto"

La nueva pericia genética, realizada casi cuatro décadas después del crimen, demostró que el ADN hallado en la escena no pertenece a Sullivan, lo que llevó al Tribunal de Apelación de Londres a revocar la condena. El fallo fue escuchado por el propio Sullivan a través de una videollamada desde la prisión de Wakefield.

 Entre lágrimas, el hombre aseguró en un comunicado leído por su abogada:  

Perdí mi libertad hace cuatro décadas por un crimen que no cometí. Lo que me ocurrió fue muy injusto, pero eso no resta gravedad a lo que sucedió. Fue una pérdida de vida atroz. Hoy somos conscientes de lo mucho que han cambiado los métodos policiales, los interrogatorios y el uso del ADN. Ojalá se hubiera sabido entonces

Una causa que marca un antes y un después en la justicia británica

La responsable de la investigación, Karen Jaundrill, confirmó que el ADN identificado no coincide con ningún perfil de la base nacional, pero remarcó que la búsqueda del verdadero asesino continúa: "Tenemos esperanza de resolver finalmente este caso".

La hermana de Sullivan, Kim Smith, expresó su emoción al salir del tribunal, pero no ocultó su bronca: "Es una vergüenza que esto haya pasado. Mi hermano perdió casi toda su vida por un error".