La inteligencia artificial sumó un nuevo escándalo diplomático: un desconocido se hizo pasar por el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, replicando su voz y estilo de comunicación para contactar a funcionarios de alto nivel. Según reveló The Washington Post, el impostor buscó obtener acceso a información confidencial y lo intentó con, al menos, cinco personas, entre ellas un gobernador estadounidense, un congresista y tres diplomáticos extranjeros.

El dato surgió de un documento oficial del Departamento de Estado, fechado el 3 de julio, que describe cómo esta persona habría usado IA para imitar tanto la forma de hablar como el lenguaje escrito de Rubio.

Usó Signal y un correo trucho para parecer legítimo

La maniobra incluyó el uso de la app Signal, una plataforma popular entre funcionarios por su sistema de cifrado. A través de ella, el impostor dejó mensajes de voz y textos invitando a conversar, siempre haciéndose pasar por Rubio. Incluso llegó a utilizar una dirección de correo falsa.

Además, se investiga si intentó suplantar a otros miembros del Departamento de Estado mediante cuentas fraudulentas. Sin embargo, por el momento las autoridades no revelaron quiénes fueron los destinatarios ni el contenido específico de los mensajes.

Un delito grave bajo investigación federal

La vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, confirmó el incidente y lo calificó como un asunto serio. Aunque evitó dar detalles por tratarse de una investigación en curso, aseguró que se están tomando medidas para prevenir nuevos intentos de este tipo.

Este episodio se suma a una serie de casos recientes de suplantación a figuras clave del Gobierno estadounidense. Uno de los más graves ocurrió en mayo, cuando accedieron al teléfono de la jefa de gabinete de la Casa Blanca y se hicieron pasar por ella para contactar a senadores y empresarios. Ese caso derivó en una investigación del FBI.

En Estados Unidos, hacerse pasar por un funcionario federal con fines engañosos es un delito que puede implicar hasta tres años de prisión. Mientras tanto, el uso de IA para estas maniobras plantea nuevas alertas sobre los límites de la tecnología en manos equivocadas.