Un niño de 4 años cayó desde un quinto piso en la ciudad brasileña de Patos de Minas, en el estado de Minas Gerais, luego de que su padrastro lo arrojara por la ventana. Milagrosamente, el pequeño sobrevivió con heridas leves y fue asistido por su madre y vecinos hasta la llegada de la ambulancia.

El ataque ocurrió el sábado por la tarde, justo el día en que la familia se mudaba al nuevo edificio, ubicado en el barrio de Ipanema. Según declaró el hombre, de 27 años, se trató de un accidente: "Solo le estaba mostrando la vista". Sin embargo, varios testigos dieron otra versión.

Una vecina aseguró haber visto cómo el sujeto sostenía al niño por una mano y un pie, hasta que lo soltó. Además, otros vecinos relataron que escucharon una discusión segundos antes de la caída.

El historial del agresor y la intervención clave de los vecinos

La madre del niño contó que su pareja ya había hecho "bromas de mal gusto" con su hijo, como lanzarlo al aire. El día del hecho, el hombre había consumido alcohol y marihuana. Mientras ella se preparaba para bañarse, escuchó al niño gritar con miedo: "No, hermano. No", en referencia al padrastro.

Tras la caída, el hombre intentó escapar llevándose su celular y su tablet, pero fue interceptado por los vecinos cuando intentaba huir del edificio. Fue detenido por intento de homicidio y trasladado a la prisión Sebastião Satiro.

Las autoridades no revelaron su identidad, mientras la sociedad brasileña se encuentra conmocionada por el caso.