Dudas y divisiones internas en Hamas frente a la propuesta

El grupo islamista Hamas evalúa una propuesta de alto el fuego presentada por el presidente estadounidense Donald Trump, pero advierte que no dará una respuesta inmediata. Según fuentes cercanas a las negociaciones, el movimiento necesita "dos o tres días" para definir una postura unificada, en medio de tensiones internas y demandas de mayores garantías.

Mientras continúan los bombardeos en Gaza, el foco está puesto en las condiciones que impone el plan: alto el fuego inmediato, retirada progresiva del ejército israelí y liberación de rehenes, a cambio del desarme total de Hamas y un gobierno de transición supervisado por una "Junta de la Paz".

El principal reclamo: garantías internacionales

Uno de los puntos que más preocupación genera en Hamas es la falta de garantías claras para asegurar que Israel cumpla con su parte del trato, especialmente la retirada total de sus tropas de Gaza y el respeto al cese del fuego.

"No queremos que se legitime la ocupación ni que se criminalice la resistencia palestina", habría manifestado uno de los delegados en Doha, donde se llevan adelante las negociaciones con mediadores de Qatar, Egipto y Turquía.

El grupo también rechaza algunas cláusulas que exigen el exilio forzado de sus miembros y el desarme inmediato sin un marco de seguridad o una amnistía verificable.

Qué incluye el plan de paz propuesto por Trump

La propuesta presentada por la administración Trump consta de 20 puntos e incluye:

• Un alto el fuego inmediato

• Retiro progresivo de las fuerzas israelíes

• Liberación de todos los rehenes y centenares de prisioneros palestinos

• Ayuda humanitaria coordinada por la ONU

• Desarme total de Hamas

• Exclusión del grupo del futuro gobierno de Gaza

• Formación de un gobierno técnico transitorio, supervisado por organismos internacionales

Además, el plan contempla indulto y amnistía para líderes de Hamas y abre la puerta a una solución de dos Estados, con apoyo de países árabes e islámicos, aunque ya fue rechazada por el gobierno de Netanyahu.