Un adiós multitudinario con Trump como figura central

Con la presencia de Donald Trump y estrictas medidas de seguridad, el funeral del activista e influencer conservador Charlie Kirk se lleva a cabo en un colmado State Farm Stadium de Glendale, Arizona. La ceremonia, organizada por Turning Point USA -la organización fundada por Kirk-, reúne a miles de simpatizantes, altos funcionarios y figuras políticas, entre ellos el secretario de Estado Marco Rubio y el vicepresidente J.D. Vance.

Trump, que calificó a Kirk como "un gran hombre" antes de ingresar al estadio, encabeza la lista de oradores junto a la viuda del activista, Erika Kirk. El escenario está decorado con una enorme bandera estadounidense, mientras artistas cristianos como Chris Tomlin, Brandon Lake y Kari Jobe ofrecen la musicalización. La seguridad, coordinada por el Servicio Secreto y el Departamento de Seguridad Nacional, alcanzó el máximo nivel de alerta, similar al de un Super Bowl.

Quién era Charlie Kirk y el impacto de su asesinato

Kirk, de 31 años, fue asesinado a balazos el 10 de septiembre mientras brindaba una charla en la Universidad de Utah. El principal sospechoso, Tyler Robinson, de 22 años, fue detenido y podría enfrentar la pena de muerte. Según las autoridades, el atacante justificó el crimen en el "odio" que, según él, promovía el líder conservador.

Fundador de Turning Point USA y figura clave del movimiento Make America Great Again (MAGA), Kirk se convirtió en una de las voces más influyentes entre los jóvenes republicanos. Sus mensajes críticos hacia el marxismo, la ideología de género y el progresismo "woke" lo posicionaron como uno de los principales aliados mediáticos de Trump en redes sociales. Su asesinato profundizó las divisiones políticas en Estados Unidos y dejó al expresidente sin uno de sus más fuertes impulsores en el terreno digital.