Flávio Bolsonaro, senador e hijo mayor del expresidente Jair Bolsonaro, confirmó que competirá por la presidencia de Brasil en las elecciones de octubre de 2026. El anuncio llega con el aval explícito de su padre, quien cumple una condena de 27 años por intento de golpe de Estado.

"Cumpliré la misión de dar continuidad a nuestro proyecto de nación", declaró Flávio en un mensaje publicado en redes sociales, donde también criticó la inseguridad pública provocada por "narcoterroristas", la carga impositiva y el "saqueo" de empresas estatales.

El Partido Liberal (PL), la fuerza de extrema derecha que lidera Jair Bolsonaro y que posee la mayor bancada en el Congreso, ya formalizó su apoyo al senador. También lo hicieron sus hermanos y Michelle Bolsonaro, quien en los últimos días cobró protagonismo político dentro del clan familiar.

Con esta decisión, el sector más radical de la derecha despeja dudas y se encamina a una nueva confrontación directa con Luiz Inácio Lula da Silva, que buscará un cuarto mandato al frente de las fuerzas progresistas. El escenario anticipa una reedición de la polarización extrema de 2022, cuando Lula se impuso por apenas 1,8 puntos.

Mercados en alerta y tensiones internas en la derecha

La candidatura de Flávio Bolsonaro provocó un fuerte impacto económico inmediato. La Bolsa de São Paulo, que venía de varios récords, se desplomó un 4,31%, mientras que el dólar saltó un 2,31% frente al real.
El mercado prefería un perfil más técnico y económico, como el del gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, uno de los nombres que sonaba con más fuerza antes del anuncio.

A pesar del respaldo del bolsonarismo duro, la postulación de Flávio no fue recibida de manera unánime dentro del espectro conservador. El gobernador de Goiás, Ronaldo Caiado, confirmó que mantendrá su candidatura presidencial. Del otro lado del arco político, la izquierda consideró la noticia como "previsible", según expresó Lindbergh Farias, diputado del PT.

Mientras tanto, Jair Bolsonaro continúa recluido en la Superintendencia de la Policía Federal en Brasilia, donde cumple pena por haber intentado forzar a las Fuerzas Armadas a desconocer el resultado electoral de 2022.

Los sondeos previos muestran a Lula con ventaja sobre cualquier candidato de la derecha, aunque pocos medían hasta ahora a Flávio como opción competitiva. Su irrupción formal en la carrera presidencial promete alterar el escenario político, económico y electoral de Brasil de cara a un 2026 que ya comienza a encender motores.