Europa bajo fuego y calor extremo: alerta por ola de calor e incendios forestales

Grecia, Turquía y los Balcanes enfrentan temperaturas de más de 45°C, evacuaciones y daños ambientales graves.

Varias ciudades del sur de Europa se encuentran en estado de alerta por una ola de calor tórrida que amenaza con agravar la ya delicada situación ambiental. Las autoridades meteorológicas prevén temperaturas que podrían superar los 45°C en localidades de Grecia, Turquía y países balcánicos, un escenario que eleva el riesgo de incendios forestales y pone en jaque a los servicios de emergencia.

Turquía, el foco más crítico: 13 muertos en menos de un mes

Turquía vive uno de los momentos más dramáticos desde que comenzaron los incendios el 26 de junio. Solo este miércoles, murieron 10 bomberos y rescatistas, y al menos 14 personas fueron hospitalizadas por heridas o intoxicación durante las tareas de combate al fuego en el noroeste del país. El número total de víctimas fatales ya asciende a 13.

El país enfrenta una combinación peligrosa: altas temperaturas, sequía persistente y vientos intensos que complican el trabajo de contención y multiplican los focos activos.

Grecia cierra monumentos y evacúa pueblos

En Grecia, la ola de calor también golpea fuerte. El martes, un incendio en la región de Feneos, en el Peloponeso, forzó la evacuación de unas 2000 personas y ya arrasó más de 1100 hectáreas. Más de 350 bomberos, apoyados por aviones y helicópteros, trabajan contrarreloj para evitar que las llamas lleguen a zonas urbanas.

La situación obligó al cierre de sitios emblemáticos como el Partenón y a la suspensión de actividades al aire libre por razones de seguridad.

Balcanes en riesgo: decenas de focos activos

La crisis climática también golpea a Albania y a varios países de la península balcánica. En solo 24 horas, se detectaron al menos 27 focos de incendio, cinco de los cuales siguen activos. Las altas temperaturas y la falta de lluvias han generado un entorno propicio para la propagación de fuegos forestales en una región que ya había sufrido emergencias similares en años anteriores.

Una amenaza sostenida a la salud y al ambiente

Los expertos coinciden en que esta ola de calor es una de las más intensas y peligrosas de los últimos años en el sur de Europa, no solo por la magnitud de las temperaturas, sino por su duración. Las autoridades sanitarias recomiendan a la población evitar la exposición al sol, hidratarse constantemente y mantenerse informada ante posibles evacuaciones o cortes de servicios.

El impacto en la salud pública, la pérdida de biodiversidad y los costos económicos derivados de los incendios hacen de este verano europeo un capítulo crítico en el avance del cambio climático.

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