Estados Unidos negó este viernes cualquier participación en el masivo ataque aéreo que Israel lanzó contra Irán. El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que la ofensiva fue una acción unilateral del gobierno de Benjamín Netanyahu, y remarcó que la prioridad de la administración de Donald Trump es proteger a las fuerzas estadounidenses desplegadas en la región.

Washington toma distancia del conflicto

En un comunicado oficial difundido por la Casa Blanca, Rubio aseguró: "No estamos involucrados en ataques contra Irán y nuestra principal prioridad es proteger al personal estadounidense en Medio Oriente". Además, sostuvo que Israel notificó a Washington que actuó en defensa propia.

"La administración Trump ha tomado todas las medidas necesarias para resguardar a nuestras tropas y está en estrecho contacto con sus aliados regionales", indicó el funcionario, al tiempo que advirtió a Teherán: "Irán no debe atacar los intereses ni al personal de Estados Unidos".

Israel atacó y se prepara para una represalia

La escalada comenzó cuando el gobierno israelí confirmó un ataque aéreo preventivo sobre instalaciones nucleares y militares iraníes. "Esperamos una respuesta inmediata con misiles y drones contra la población civil de Israel", alertó el ministro de Defensa, Israel Katz, quien declaró el "estado de emergencia especial" en todo el territorio israelí.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) detallaron que decenas de aviones de combate participaron en los bombardeos, mientras medios iraníes reportaron explosiones en el noreste de Teherán. El Mando del Frente Interior ordenó la suspensión de clases, reuniones públicas y actividades laborales no esenciales.

Clima de tensión global

La operación militar israelí genera preocupación internacional por una posible escalada regional. Mientras tanto, Estados Unidos intenta mantenerse al margen del conflicto directo y pone en alerta sus bases en Medio Oriente ante un eventual contraataque iraní.