Escalada bélica entre India y Pakistán deja al menos 44 civiles muertos en Cachemira
Las tensiones entre los países vecinos se agravaron tras un atentado en Pahalgam. India lanzó bombardeos en respuesta y persiste el fuego cruzado en la región.
El conflicto entre India y Pakistán escaló dramáticamente este jueves tras los peores enfrentamientos en dos décadas en la región disputada de Cachemira. Al menos 44 civiles murieron como consecuencia de los bombardeos: 31 en territorio pakistaní y 13 en territorio indio, según los reportes oficiales. También se registró la muerte de un soldado indio.
La situación se agravó después de un atentado ocurrido el 22 de abril en la ciudad turística de Pahalgam, en la Cachemira administrada por India, que dejó 26 muertos, en su mayoría hindúes. Nueva Delhi acusó a Pakistán de respaldar al grupo yihadista Lashkar-e-Taiba, señalado como autor del ataque, y respondió con una ofensiva militar este miércoles.
El ejército indio aseguró haber destruido nueve "campos terroristas" en Pakistán, mediante ataques aéreos en la zona fronteriza de Punyab. En respuesta, Pakistán denunció un bombardeo a un seminario islámico cerca de Bahawalpur, que dejó 13 muertos. Además, afirmó haber derribado cinco aviones indios, aunque India no confirmó oficialmente esas pérdidas.
Persisten los combates y crecen los temores internacionales
El intercambio de fuego entre ambos ejércitos continuó este jueves a lo largo de la Línea de Control que divide la región de Cachemira. "El ejército pakistaní efectuó disparos no provocados", indicó el ministerio de Defensa indio, que aseguró haber respondido "de forma proporcionada".
Mientras el primer ministro pakistaní Shehbaz Sharif prometió vengar la muerte de sus ciudadanos, India advirtió que responderá con firmeza a cualquier agresión. "Vamos a vengar hasta la última gota de sangre de estos mártires", dijo Sharif el miércoles por la noche.
Frente a la gravedad del conflicto, la ONU, Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea, Francia y Reino Unido pidieron moderación. "El mundo no puede permitirse una confrontación militar entre India y Pakistán", declaró Stephane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres.
Además del enfrentamiento armado, el primer ministro Narendra Modi anunció que su país cortará el suministro de agua hacia Pakistán, lo que Islamabad advirtió que interpretará como "un acto de guerra".