El horror del "coleccionista de muñecas": internado tras robar 29 cuerpos de niñas
Anatoly Moskvin, un historiador ruso de 58 años, volvió a ser noticia tras la decisión de la Justicia de mantenerlo encerrado en un hospital psiquiátrico.
La medida se confirmó luego de que el médico a cargo del centro donde está internado se opusiera a su liberación.
Moskvin fue detenido en 2011 tras descubrirse que había profanado 29 tumbas de niñas y conservado sus cuerpos momificados en su casa, donde vivía con sus padres, en la ciudad de Nizhni Nóvgorod. Los vestía con ropa infantil y los trataba como si fueran muñecas.
Una obsesión disfrazada de "ciencia"
El acusado, que llegó a trabajar como traductor para la inteligencia militar soviética, fue diagnosticado con esquizofrenia paranoide y declarado inimputable. Según sus propias palabras, su motivación no era sexual, sino científica: decía que quería "revivir a las niñas" cuando los avances lo permitieran.
Durante los interrogatorios, llegó a justificar sus actos diciendo: "Ustedes las abandonaron en el frío. Yo las traje a casa para darles calor". También admitió haber profanado más de 40 tumbas y dijo necesitar "material biológico para clonación".
Muñecas, tumbas y un espeluznante hobby
Cuando la policía allanó su domicilio, encontró 29 cuerpos de nenas de entre 3 y 11 años, dispuestos como si fueran muñecas gigantes. Algunos tenían máscaras de papel maché. Lo más inquietante es que los padres de Moskvin aseguraron no haberse dado cuenta de nada: creían que era "su hobby fabricar muñecas grandes".
El caso generó indignación en todo el país, especialmente entre los familiares de las víctimas, que exigieron que el historiador no recupere nunca la libertad. En sus primeros años de reclusión, Moskvin concedió entrevistas donde relató haber visitado más de 750 cementerios y hasta haber dormido en ataúdes.
La Justicia rusa, por ahora, coincide con esas voces: considera que sigue representando un peligro para la sociedad y deberá continuar internado de forma indefinida.