El euro gana terreno frente al dólar: ¿un nuevo orden monetario global en marcha?
La moneda europea subió más del 11% este año y desafía el dominio histórico del dólar, pero sus fortalezas también generan desafíos.
El despliegue de aranceles durante la presidencia de Donald Trump generó incertidumbre entre los inversores sobre la estabilidad del dólar estadounidense, que este año sufrió una fuerte caída. En búsqueda de alternativas, muchos apostaron por el euro, que desde principios de año subió más de un 11% frente al dólar, alcanzando un máximo en cuatro años: 1,18 dólares por euro.
Pero la fortaleza del euro no se explica solo por la debilidad del dólar. La moneda europea también ganó terreno frente a otras divisas clave como el yen japonés, la libra esterlina, el dólar canadiense y el won surcoreano.
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, señaló que este contexto representa una oportunidad para que el euro gane influencia global. "Estamos frente a un cambio profundo en el orden mundial: el papel dominante del dólar, piedra angular del sistema, ya no es seguro", afirmó.
Ventajas y riesgos de un euro fuerte
El dólar es la moneda de reserva mundial desde hace décadas, lo que le otorga a Estados Unidos un "privilegio exorbitante" al facilitar su endeudamiento y mantener el poder adquisitivo de sus consumidores. En cambio, la eurozona -con 20 países que usan el euro- ha sido tradicionalmente la segunda opción, con menor atractivo para los inversores.
La reciente recuperación del euro contrasta con episodios anteriores como la crisis de deuda europea de la década pasada o la paridad con el dólar hace tres años, cuando preocupaban la inflación y la guerra en Ucrania.
Sin embargo, un euro demasiado fuerte puede complicar las exportaciones europeas, que ya enfrentan aranceles de Estados Unidos y la competencia china. Economistas como Valentin Marinov, de Crédit Agricole, advierten que el fortalecimiento podría ser contraproducente y afectar negativamente la economía de la eurozona.
Impacto económico y desafíos para el Banco Central Europeo
Tras años de lucha contra la inflación alta, el Banco Central Europeo (BCE) ahora enfrenta el riesgo de una inflación demasiado baja, influida en parte por un euro fuerte que abarata las importaciones.
La inflación proyectada para 2026 es de 1,6%, por debajo del objetivo del 2%. Esto ha generado debates sobre posibles recortes en las tasas de interés, que suelen debilitar una moneda, aunque el euro se fortaleció incluso cuando el BCE bajó las tasas ocho veces en el último año.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, señaló que un euro por encima de 1,20 dólares sería "mucho más complicado" para la economía europea.
Empresas como SAP, Adidas y Daimler ya advirtieron que la fortaleza del euro afecta sus ingresos y resultados financieros, especialmente en Alemania, un país muy exportador.
¿Se avecina un euro global?
Aunque el euro cotiza actualmente alrededor de 1,17 dólares y se espera que continúe fortaleciéndose hasta 1,21 dólares el próximo año, algunos expertos creen que el mercado ya anticipó en exceso esta tendencia y podría volver a caer cerca de 1,10 dólares.
El ascenso del euro no garantiza que su rol como moneda de reserva mundial se consolide. Para lograr un "euro global" se necesitarán reformas profundas en la economía europea, una gobernanza más eficiente y mercados de capital más integrados.
Lagarde advirtió que el avance internacional del euro no será automático, sino que requerirá un esfuerzo coordinado y sostenido.