Durante la misa exequial del papa Francisco, celebrada en la Plaza de San Pedro, un gesto de calidez y solidaridad captó la atención de los presentes. Javier Milei, presidente de Argentina, y Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, protagonizaron un emotivo abrazo que reflejó la cercanía política y personal que han cultivado en los últimos meses.

Este momento de intimidad se dio en un contexto solemne, donde miles de personas se reunieron para rendir homenaje al pontífice argentino. El abrazo, en medio de la ceremonia, destacó entre las demás interacciones formales de los líderes internacionales.

Un símbolo de alianza política

La imagen de Milei y Meloni abrazándose en el Vaticano dejó en evidencia la relación estrecha que ambos han cultivado desde el ascenso de Milei al poder en Argentina. Acompañado por su hermana Karina y miembros de su gabinete, el presidente argentino se mostró cercano a la líder italiana, quien encabezó la delegación de su país en el evento.

Este gesto de cercanía política también se vio reforzado por las palabras breves intercambiadas entre ambos, que evidenciaron una conexión más allá de la diplomacia habitual.

La delegación argentina en el corazón de la ceremonia

La comitiva argentina, liderada por Milei, ocupó un lugar destacado en la ceremonia, al estar situada en la primera fila junto a otros dignatarios. La presencia de la delegación en este evento de alto perfil resaltó la importancia de la figura de Francisco para la Argentina, y fue testigo del encuentro entre el presidente argentino y la mandataria italiana, ante la mirada de otros funcionarios clave como la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el canciller Gerardo Werthein.

Este abrazo, más allá de su carga simbólica, fue un momento de calidez humana en un evento que transcurrió bajo un ambiente de respeto y recogimiento.