El apodo del papa León XIV en Perú: "El Santo del Norte" que conquistó corazones
Robert Prevost fue llamado así por su cercanía con el pueblo durante sus décadas de misión en tierras peruanas.
Robert Prevost, el nuevo papa León XIV, ya era un personaje muy querido en Perú mucho antes de llegar al Vaticano. Durante más de 30 años de trabajo pastoral en las regiones más humildes del país, se ganó el apodo de "El Santo del Norte". Lo llamaban así no solo los fieles, sino también obispos y colegas de la Iglesia, por su humildad, compromiso social y cercanía con los más necesitados.
Alexander Lam, fraile agustino que conoció a Prevost en Trujillo, lo describe como "ese tipo de obispo que uno se encuentra en el camino, que se arremanga, escucha y actúa". No era raro verlo en zonas inundadas con botas de goma o acampando junto a sus fieles durante la visita del papa Francisco en 2018.
Un papa con corazón peruano
Aunque nació en Chicago, Prevost recibió la nacionalidad peruana en 2015. Sirvió en localidades como Chulucanas, Trujillo y Chiclayo, donde dejó una profunda huella. "Es un cura de calle", recordó una vecina, al destacar su trabajo con migrantes venezolanos, a quienes ofrecía comida y refugio.
Incluso monseñor Edinson Farfán, actual obispo de Chiclayo, aseguró que el corazón del papa "está en el Perú". Y es que León XIV nunca escondió su cariño por el país: "Soy muy feliz en el Perú", solía decir, destacando también su gusto por platos típicos como el ceviche o el seco de cabrito.
Un estilo pastoral que continúa el camino de Francisco
Su cercanía con la gente, su forma de hablar simple y su estilo sin ostentaciones lo han hecho comparable con el papa Francisco. Caminaba por los pueblos, manejaba su propio auto, y no tenía miedo de subirse a un caballo o entrar a una cocina.
En su paso por Chiclayo, enfrentó al poder político y defendió los derechos humanos, incluso exigiendo al expresidente Fujimori que pidiera perdón a sus víctimas. Durante las protestas de 2023, apoyó el derecho del pueblo a manifestarse pacíficamente.
"Es un papa que no se va a quedar callado", afirman quienes lo conocen. Y si algo queda claro tras su elección, es que Robert Prevost, el "Santo del Norte", lleva al Perú en el alma.