Alertan un derrumbe "catastrófico" de donaciones para Gaza tras el cese del fuego
Organizadores de fondos solidarios advierten que la ayuda cayó drásticamente desde octubre pese a que millones de palestinos siguen sin refugio, alimentos ni atención médica en pleno inicio del invierno.
La ayuda internacional se frenó pese a la crisis humanitaria
Organizadores de campañas solidarias para civiles en Gaza advirtieron un desplome "catastrófico" en las donaciones desde que se anunció el cese del fuego en octubre. La baja afecta directamente a miles de familias que dependen de estos aportes para acceder a comida, medicación y refugios temporales mientras avanza el invierno.
Colectas organizadas por voluntarios en redes sociales -principalmente para familias desplazadas o viviendo en carpas- reportaron caídas abruptas durante el último mes. Muchos de estos fondos funcionan a través de plataformas de financiamiento colectivo y sobreviven exclusivamente gracias a pequeños donantes.
Caída brusca en las recaudaciones
Megan Hall, una voluntaria australiana que administra 95 fondos de ayuda para familias gazatíes, recaudó más de USD 200.000 desde 2024. Sin embargo, explicó que tras el acuerdo de cese del fuego del 10 de octubre, las donaciones se redujeron a menos de la mitad.
Durante la guerra, Hall enviaba cerca de USD 5.000 semanales. En octubre, apenas superó los USD 2.000 entre todas sus campañas. "La caída es devastadora. Parece que el mundo cree que los palestinos ya no necesitan ayuda", lamentó.
Organizadores de otras campañas confirmaron la misma tendencia: los aportes se frenaron justo cuando las necesidades aumentan por el frío, el hacinamiento y la falta de infraestructura.
Incluso organizaciones más grandes, como Gaza Soup Kitchen -que sirve 10.000 comidas por día-, registraron un descenso del 51% en su recaudación mensual.
El invierno agrava una situación extrema
De acuerdo con evaluaciones citadas por la Organización Mundial de la Salud, más del 70% de la población de Gaza vive en zonas sin infraestructura funcional y expuestas a lluvias, vientos y marejadas. La destrucción de tierras agrícolas, la muerte masiva de ganado y el colapso sanitario profundizan la crisis.
La ONU advirtió que el cese del fuego redujo la violencia directa, pero no solucionó el problema estructural: "La mayoría del territorio está destruido y la gente perdió todos sus mecanismos de supervivencia", señaló un vocero de OCHA.
A las dificultades se suman problemas económicos globales -como la inflación y el encarecimiento del costo de vida- y un menor alcance de contenidos pro Palestina en redes sociales debido a cambios algorítmicos, según especialistas.
Historias que muestran la urgencia
El caso de Ahmed al-Deeb, de Gaza City, refleja el impacto de la baja en los aportes. Su familia de 14 personas sobrevivió seis meses gracias a una campaña que recaudó USD 6.500. En septiembre habían recibido casi USD 3.000, pero en octubre apenas superaron los USD 300 y en noviembre rondaron USD 150.
Tras ser desplazados, pagaban USD 300 por un terreno donde instalaron una carpa. Sin poder cubrir ese monto, tuvieron que volver a la ciudad para buscar un edificio semi destruido donde refugiarse. Ahora necesitan USD 400 mensuales para no quedar en la calle.
"Si no pago, nos echan. No sé cómo vamos a pasar el invierno", contó al-Deeb.
Una crisis que aún no terminó
Aunque se habilitaron algunos cruces fronterizos, la ONU afirmó que solo ingresa el 60% de la ayuda alimentaria diaria necesaria. Las organizaciones temen que la caída en las donaciones deje a miles de personas sin recursos para atravesar los próximos meses.
Los voluntarios insisten en que el sufrimiento sigue, aun cuando la atención mediática bajó. Y advierten que esta combinación -menos visibilidad, menos recursos y más necesidades- puede tornar el invierno en Gaza aún más cruel para las familias desplazadas.