Crecen los problemas en Ucrania tras años de guerra con Rusia
Cortes de luz, toques de queda, bombardeos y la obligación de permanecer en refugio son algunas de las problemáticas en el país.
En un edificio soviético en las afueras de Kiev, Oksana, Zinkovska-Boyarska vive con cortes de luz diarios. El ascensor de su octavo piso suele detenerse, las luces se apagan y, a veces, fallan las bombas que mantienen la presión en la calefacción central a gas.
Para sobrellevar la situación, la familia cuenta con un gran batería recargable de €2.000, pero solo dura un tiempo limitado. Su esposo, Ievgen, abogado, trabaja a la luz de una linterna, y su hija de dos años, Katia, juega a la luz de las velas.
"El miedo cuando llevas a tu hija al refugio durante las explosiones es indescriptible", dice Oksana. "Nunca sentí algo así y no quisiera que nadie lo sienta. Que tenga miedo por la falta de luz... es terrible".
Apagones de hasta 16 horas y un invierno extremo
Ucrania enfrenta cortes de energía que pueden durar hasta 16 horas al día, producto de los ataques rusos a la infraestructura eléctrica. Este invierno, las temperaturas podrían alcanzar los -20 °C, según funcionarios ucranianos.
Maxim Timchenko, CEO de DTEK, asegura que los ataques están dirigidos a la destrucción completa del sistema energético del país. Según un enviado europeo, el objetivo ruso va más allá de la falta de calor: busca que la economía colapse, afectando fábricas y servicios básicos.
"El objetivo de Rusia es matar nuestra economía", explica el diplomático.
Frentes de guerra, corrupción y diplomacia congelada
En el este del país, la ciudad clave de Pokrovsk corre riesgo de caer, lo que fortalecería la moral rusa y abriría un frente para avanzar en la región de Donetsk.
Paralelamente, un escándalo de corrupción amenaza la confianza de los ciudadanos en el gobierno. Se acusa a ministros de recibir sobornos por contratos de defensa alrededor de centrales nucleares, aunque los implicados niegan las acusaciones.
Las negociaciones diplomáticas también se han estancado. La cumbre prevista entre Vladimir Putin y el entonces presidente estadounidense Donald Trump quedó en pausa tras la negativa de Rusia a modificar sus objetivos de guerra y la imposición de sanciones por parte de EE.UU.
Insomnio, ataques y desgaste social
Los ucranianos sufren insomnio debido a los constantes ataques. Octubre fue el mes más intenso desde la invasión completa, con 268 misiles balísticos y 5.298 drones Shahed lanzados por Rusia. Los ataques buscan dividir el país en términos energéticos y generar descontento social, según fuentes diplomáticas.
El Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU advirtió que el invierno traerá nuevos riesgos, afectando hogares, escuelas y centros de salud.
Preparación y resiliencia ante un invierno duro
A pesar de la adversidad, Ucrania se prepara. El país importa gas de Polonia, Hungría y Eslovaquia, y cuenta con grandes reservas de almacenamiento. Oleksandr Kharchenko, director del Centro de Investigación de la Industria Energética, asegura: "Sabemos cómo actuar, no hay pánico. Será un invierno difícil, pero manejable".
La primera ministra Yulia Svyrydenko afirma: "Rusia quiere sumir a Ucrania en la oscuridad. Nuestro objetivo es preservar la luz".
Vida y esperanza en medio del conflicto
Aun así, la vida continúa. En el Estadio Dynamo de Kiev, un partido de fútbol reúne a 4.300 espectadores de todas las edades, en un acto de resistencia y normalidad. Entre cánticos y aplausos, se demuestra que los ucranianos mantienen unidad y espíritu patriótico, incluso en tiempos de guerra.
"Es importante seguir viviendo", dice Anatoliy Anatolich, locutor del partido. "Estar aquí demuestra que no vamos a abandonar nuestro país durante este periodo difícil".
Cinco minutos antes del final, todos se ponen la mano en el corazón y entonan el himno nacional, recordando que, pese a la guerra y los apagones, la resiliencia sigue siendo la mejor defensa.