Los siete cardenales estadounidenses que participaron del reciente cónclave ofrecieron este viernes una conferencia de prensa en el Pontificio Colegio Norteamericano en Roma, donde compartieron detalles inéditos sobre la elección del papa León XIV, el primer pontífice nacido en Estados Unidos. Todos coincidieron en destacar su perfil misionero, su carácter sereno y el clima espiritual que reinó durante la votación.

El cardenal Joseph Tobin relató que vio al cardenal Robert Prevost -ahora León XIV- con la cabeza entre las manos tras recibir los votos, y que al aceptar la elección transmitió una profunda serenidad. "Fue como si hubiera nacido para esto", expresó.

Por su parte, el cardenal Timothy Dolan remarcó que el nuevo papa "es un ciudadano del mundo", y subrayó que más allá de su nacionalidad, lo importante es "lo que representa como líder de la Iglesia universal".

Elección rápida, sin divisiones y con respeto mutuo

Desde Chicago, su ciudad natal, el cardenal Blase Cupich resaltó que la elección se dio en un ambiente de unidad que permitió alcanzar el consenso en apenas 24 horas. "La cohesión fue clave", explicó. El cardenal McElroy, por su parte, describió el inicio del cónclave como un momento de recogimiento espiritual, marcado por la Letanía de los Santos y el fresco del "Juicio Final" de Miguel Ángel como telón de fondo.

Wilton Gregory recordó con emoción su promesa de fidelidad al nuevo papa y pidió a los medios que no se adelanten con juicios. "No se puede capturar el mañana mirando al ayer", advirtió.

Un papa con experiencia y vocación

El nuevo pontífice fue descrito como un hombre profundamente misionero, con una larga trayectoria al servicio de comunidades en Perú y como prefecto de la Congregación para los Obispos. "Es un misionero que da su vida por la Iglesia", afirmó McElroy.

El cardenal Christophe Pierre, nuncio apostólico en EE.UU., confirmó que el cónclave se vivió en un ambiente más espiritual que político. Y Tobin, que conoce a León XIV desde hace tres décadas, aseguró que se trata de alguien que no busca el conflicto, pero que tampoco se detiene ante causas justas.