La Corte Suprema de Brasil inició las sesiones extraordinarias en las que deberá resolver la causa más delicada contra Jair Bolsonaro. El tribunal, compuesto por cinco jueces de tendencia progresista, tiene plazo hasta el viernes 12 para emitir un fallo que podría condenar al expresidente a hasta 40 años de prisión.

Mientras tanto, Bolsonaro cumple arresto domiciliario en Brasilia, bajo vigilancia permanente y con tobillera electrónica por riesgo de fuga.

Las acusaciones contra el expresidente

El exmandatario, de 70 años, enfrenta cargos por golpe de Estado, abolición violenta del orden democrático, organización criminal armada y daños contra el patrimonio público, entre otros.

La justicia también lo vincula al plan "Puñal Verde y Amarillo", que presuntamente contemplaba atentar contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el juez de la Corte, Alexandre de Moraes.

El punto central de la acusación: haber impulsado la fallida intentona golpista del 8 de enero de 2023, cuando militantes bolsonaristas invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia.

Impacto político de una eventual condena

Bolsonaro ya está inhabilitado hasta 2030 por difundir mentiras sobre el sistema electoral, pero una sentencia firme por golpismo podría sellar definitivamente su carrera política.

De concretarse, la derecha perdería a su líder más fuerte en la antesala de las presidenciales de 2026, donde Lula busca la reelección. Analistas creen que el expresidente no tendría capacidad de transferir votos de manera masiva, lo que abriría una dura interna opositora.

En ese escenario, figuras como el gobernador de San Pablo, Tarcisio Gomes Da Freitas, asoman como posibles herederos del bolsonarismo. También suenan nombres del propio clan Bolsonaro: su esposa Michelle y sus hijos Eduardo y Flavio, aunque con menor respaldo popular.