En el marco del IV Foro Ministerial China-Celac, Nicaragua firmó un contrato con la empresa Poly Technologies, una subsidiaria del conglomerado estatal China Poly Group Corporation, para dotar de equipos al Ejército de Nicaragua. El objetivo declarado del convenio es "fortalecer la defensa de la soberanía y la paz", según el régimen de Daniel Ortega.

Sin embargo, Poly Technologies fue sancionada en junio de 2024 por Estados Unidos, acusada de facilitar el comercio de tecnologías militares sensibles a empresas rusas desde el inicio de la invasión a Ucrania. A pesar de ello, el régimen nicaragüense profundiza su alineamiento con Pekín y consolida su cooperación estratégica.

Acuerdos millonarios: conectividad, transporte y energía

Además del contrato militar, se firmaron otros tres acuerdos con firmas chinas:

• ZMJ/Huawei: para un proyecto de conectividad digital que mejorará las telecomunicaciones del país.

• CCSI (Servicios de Comunicaciones Internacionales de China): para plataformas inteligentes en el nuevo centro logístico de Corinto.

• Yutong: para el suministro de autobuses y maquinaria municipal.

La delegación nicaragüense en Pekín está encabezada por Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente y la vicepresidenta. Él recibió plenos poderes para firmar convenios, incluyendo uno agrícola con la empresa China Camc Engineering. La visita incluyó reuniones con PowerChina, Huadian y otras compañías con las que se proyectan inversiones en energía, minería e infraestructura.

Vínculos con China: más estrechos desde 2021

Desde que rompió relaciones con Taiwán en diciembre de 2021, el régimen de Ortega ha estrechado sus lazos con China. En diciembre de 2023, Nicaragua y el gigante asiático elevaron su relación al rango de "asociación estratégica", tras una llamada entre Xi Jinping y Daniel Ortega.

La copresidenta Rosario Murillo celebró los acuerdos asegurando que "se abren oportunidades para el desarrollo de ambos pueblos". Sin embargo, la comunidad internacional observa con preocupación cómo el régimen nicaragüense se abastece de armamento a través de canales sancionados, profundizando su aislamiento regional y su alianza con potencias autoritarias.