Brasil subasta nuevos bloques petroleros en el Atlántico antes de la COP30
A menos de un mes de la cumbre climática en Belém, el gobierno de Lula adjudicó cinco bloques de exploración en aguas profundas.
A contrarreloj de la COP30, que se realizará en noviembre en la ciudad amazónica de Belém, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva subastó este miércoles cinco nuevos bloques petroleros en el Atlántico. La decisión, que refuerza la apuesta de Brasil por la producción de hidrocarburos, llega solo dos días después de que Petrobras recibiera autorización ambiental para perforar un pozo cerca de la desembocadura del Amazonas.
La Agencia Nacional del Petróleo (ANP) recaudó unos 103,7 millones de reales (19,2 millones de dólares) con la licitación, realizada en Río de Janeiro. De los siete bloques ofrecidos, cinco fueron adjudicados a consorcios integrados por grandes compañías como Equinor (Noruega), CNOOC (China) y Petrobras.
Ganadores y ubicación de los nuevos bloques
Tres de las áreas -Jaspe, Citrino e Itaimbezinho- quedaron en manos de Petrobras y Equinor, en la cuenca de Campos, frente a las costas de Río de Janeiro. En tanto, la australiana Karoon se quedó con el bloque Esmeralda en la cuenca de Santos, y un consorcio liderado por CNOOC obtuvo el área Amatista.
A diferencia de licitaciones previas, las empresas no recibirán concesiones plenas: el Estado brasileño mantiene la propiedad de los derechos de exploración y producción, participando de los excedentes de petróleo y gas.
Según el titular de la ANP, Artur Watt, estas actividades "son compatibles con la transición energética" y ayudan a preservar la seguridad del suministro nacional frente a la demanda global.
El lunes, Petrobras obtuvo licencia del organismo ambiental Ibama para perforar el bloque FZA-M-059, ubicado a 175 km de la costa de Amapá, en la Margen Ecuatorial, una zona considerada clave por su potencial petrolero. La compañía comenzó los trabajos exploratorios el mismo día, aunque aclaró que no habrá producción durante esta fase inicial, que podría extenderse hasta cinco meses.
El ministro de Energía, Alexandre Silveira, celebró el avance y defendió la iniciativa como parte de la "soberanía energética" de Brasil. "No podemos renunciar a conocer nuestro potencial", afirmó en redes sociales, destacando que la operación se hará "bajo los más altos estándares ambientales".
Pese a ello, organizaciones ambientalistas e indígenas alertaron sobre los riesgos que implica la perforación en una región de alta biodiversidad y vulnerabilidad ecológica. La polémica crece justo cuando la comunidad internacional se prepara para debatir en la COP30 la reducción del uso de combustibles fósiles.
Una estrategia que mezcla desarrollo y controversia
La Margen Ecuatorial, que se extiende desde la frontera con Surinam hasta el noreste brasileño, es vista por la industria como una de las áreas más prometedoras del país, con características geológicas similares a las de Guyana, donde se descubrieron importantes yacimientos.
Para el gobierno de Lula, el impulso petrolero no contradice la agenda verde, sino que busca financiar la transición energética y garantizar recursos para el desarrollo económico. En junio, el Ejecutivo ya había adjudicado 19 bloques adicionales en alta mar, reafirmando su intención de expandir la exploración pese a las críticas internacionales.