El histórico Museo del Louvre fue blanco de un robo que ya es considerado uno de los más graves de su historia reciente. Un grupo comando irrumpió el domingo por la mañana en plena apertura del museo, rompió vitrinas en la prestigiosa Galería de Apolo y escapó con joyas pertenecientes a la Corona Francesa. El golpe duró apenas minutos, pero las consecuencias aún se sienten en todo el país.

El presidente Emmanuel Macron no dudó en calificar el hecho como "un atentado contra un patrimonio que apreciamos porque forma parte de nuestra historia". A través de un comunicado difundido en redes sociales, aseguró que el Gobierno movilizó todos los recursos disponibles para dar con los autores del asalto y recuperar las piezas sustraídas.

"Recuperaremos las obras y los responsables serán llevados ante la justicia", sentenció el mandatario. Además, recordó que ya está en marcha el programa Louvre Nouvelle Renaissance, que incluye un plan integral de modernización y seguridad para proteger el museo a futuro.

¿Qué se robaron? Nueve joyas de valor incalculable

El botín del golpe incluye nueve joyas pertenecientes a la colección de la Corona Francesa, entre ellas piezas ligadas a Napoleón y la emperatriz Eugenia. Entre los objetos robados se encuentran diademas, collares, broches y pendientes de gran valor simbólico y patrimonial. Una de las piezas, la corona de la emperatriz, fue hallada dañada fuera del edificio, lo que sugiere una posible fuga apresurada.

Un golpe de película

Los detalles del robo parecen sacados de un thriller. Aprovechando obras de restauración en la fachada que da al río Sena, los ladrones utilizaron un camión con brazo articulado para acceder a una ventana del primer piso. Con motosierras y herramientas de corte, ingresaron directamente a la Galería de Apolo, rompieron las vitrinas blindadas y escaparon en motos. Todo ocurrió entre las 9.30 y las 9.40 de la mañana.

Interpol ya colabora en la investigación

La investigación está a cargo de la fiscalía de París y la policía judicial francesa, pero también se sumaron Interpol y organismos internacionales especializados en tráfico de arte. Por el momento, no hay detenidos, aunque se analizan videos de seguridad y testimonios de testigos presenciales.

La ministra de Cultura, Rachida Dati, se hará presente en el museo en las próximas horas. Desde su cartera calificaron el hecho como "un ataque al corazón del patrimonio nacional".

Con más de 8 millones de visitantes anuales, el Louvre es uno de los íconos culturales de Francia. El museo permanecerá cerrado mientras continúan los peritajes y se refuerzan las medidas de seguridad. Las autoridades buscan evitar nuevos episodios y dar un mensaje claro: el patrimonio cultural no se negocia.