Álvaro Uribe, primer expresidente de Colombia condenado: prisión domiciliaria por soborno

La Justicia lo halló culpable de manipular testigos y obstruir procesos judiciales. Su defensa apelará.

Por primera vez en la historia de Colombia, un expresidente fue condenado y privado de libertad. Álvaro Uribe, quien gobernó entre 2002 y 2010 y es considerado uno de los líderes más influyentes del país, recibió este viernes una pena de 12 años de prisión domiciliaria por soborno y fraude procesal. Además, fue inhabilitado para ejercer cargos públicos durante más de ocho años y deberá pagar una multa equivalente a 578 mil dólares.

La sentencia, dictada por la jueza Sandra Heredia, se convirtió en un hito judicial en medio de un país profundamente polarizado. Uribe fue hallado culpable de intentar manipular a testigos que podrían vincularlo con grupos paramilitares responsables de crímenes de lesa humanidad. El fallo se filtró horas antes de su lectura oficial, hecho que generó un fuerte cruce entre el acusado y la magistrada durante la audiencia.

Un juicio cargado de tensiones políticas y personales

Durante la audiencia, Uribe expresó su descontento por la filtración del fallo y acusó a la jueza de involucrar a su familia de forma injusta. "No le acepto que se meta con mis hijos", dijo enfáticamente. La magistrada le pidió que se callara. El cruce dejó en evidencia el clima tenso que rodea al caso.

La defensa del exmandatario adelantó que apelará el fallo ante el Tribunal Superior de Bogotá, mientras sus seguidores insisten en que se trata de una persecución política. Del otro lado, organizaciones de derechos humanos y víctimas del conflicto armado celebraron la decisión como un paso clave hacia la justicia.

Impacto regional y reacción internacional

El caso Uribe no solo marca un antes y un después en Colombia, sino que se suma a una serie de procesos contra exmandatarios latinoamericanos como Cristina Kirchner, Alberto Fujimori y Luiz Inácio Lula da Silva. En este contexto, analistas advierten posibles consecuencias diplomáticas, sobre todo con Estados Unidos, principal socio comercial y estratégico del país.

El presidente Gustavo Petro, enfrentado históricamente a Uribe, pidió respeto por el Poder Judicial, mientras que desde Washington algunas voces criticaron la sentencia. El episodio ocurre justo antes del inicio de la campaña presidencial de 2026, en la que varios aliados del expresidente buscarán recuperar protagonismo.

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