WiFi: la conexión invisible que lo cambia todo y por qué el 20 de junio se celebra su día

El Día Mundial del WiFi invita a reflexionar sobre su impacto global, sus desigualdades y cómo protegernos en la era digital.

No lo vemos, pero está ahí: conectándonos, sosteniendo nuestras videollamadas, cargando series en segundos o permitiéndonos trabajar desde cualquier rincón del mundo. La red WiFi se convirtió en una pieza clave del engranaje cotidiano, al punto que hoy sería impensable vivir sin ella.

Por eso, cada 20 de junio se celebra el Día Mundial del WiFi, una iniciativa lanzada en 2006 por la Wireless Broadband Alliance para reconocer el impacto de esta tecnología y visibilizar las desigualdades que aún persisten en su acceso.

Desde sus inicios en 1997 y su estandarización en 1999, el WiFi no dejó de evolucionar. Hoy, con la llegada del WiFi 7, las conexiones pueden alcanzar velocidades de hasta 48 Gbps, lo que habilita experiencias en tiempo real como videojuegos por streaming o realidad aumentada.

Desigualdad digital: el otro lado de la conexión

Aunque más de 5300 millones de personas ya están conectadas, 2600 millones aún no tienen acceso a Internet* Las brechas son profundas: solo el 37% de la población en África está conectada, mientras que en zonas urbanas globales ese número sube al 81%.

El acceso también está atravesado por el género y la edad. En países en desarrollo, el 90% de las adolescentes y jóvenes no accede a Internet, y las mujeres tienen un 35% menos de probabilidades de desarrollar habilidades digitales en comparación con los hombres.

Esto plantea un enorme desafío: lograr una conectividad más inclusiva que no reproduzca ni amplíe las desigualdades existentes.

Cómo proteger tu red WiFi en casa

Además de conectar, el WiFi puede convertirse en un blanco fácil para los ciberataques si no se toman precauciones mínimas. Desde la empresa Veeam, especialistas en ciberseguridad, comparten cinco consejos para reforzar tu red:

Cambiá el nombre y la contraseña del router: evitá dejar las que vienen por defecto. Son fáciles de vulnerar.

Desactivá el WPS: esta función puede ser una puerta de entrada para ataques de fuerza bruta.

Apagá el WiFi cuando no estés en casa: parece obvio, pero pocos lo hacen. Desconectarlo es una barrera simple pero efectiva.

Actualizá el firmware del router: como cualquier software, puede tener fallas que los hackers buscan explotar.

Usá una VPN: cifra tu conexión y protege tus datos, sobre todo si navegás desde redes públicas.

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