El avance acelerado de la inteligencia artificial ha transformado profundamente la manera en que las nuevas generaciones proyectan su futuro profesional. En este contexto, Jeff Bezos, fundador de Amazon y referente del ecosistema tecnológico global, aporta una mirada clave sobre qué habilidades seguirán siendo indispensables en un mundo automatizado.

Según Bezos, el futuro laboral no dependerá de competir con las máquinas en eficiencia, sino de potenciar aquellas capacidades que la tecnología no logra reproducir. En este punto, el empresario destaca una habilidad como irremplazable: la invención. Crear algo nuevo, inesperado y con impacto real implica un tipo de pensamiento que va más allá del conocimiento técnico y que permanece exclusivamente humano.

Esta visión se refleja incluso en sus criterios de selección laboral. Para Bezos, más que los títulos o un currículum extenso, lo que revela la verdadera capacidad de un candidato es su historial de creación propia: proyectos, soluciones o ideas desarrolladas de manera autónoma. 

"Esa experiencia dice más que cualquier listado de títulos", afirma.

Lejos de minimizar el rol de la tecnología, Bezos identifica áreas profesionales con gran potencial de crecimiento: ciencia de datos, ingeniería en robótica, ciberseguridad y marketing digital. Todas requieren combinar conocimiento técnico con creatividad, un rasgo diferencial que permitirá a los trabajadores destacar frente a la automatización.

El empresario también resalta la importancia de la adaptabilidad: probar, equivocarse y volver a intentar será parte de un proceso continuo de aprendizaje. En su experiencia personal, recuerda un episodio de su adolescencia, cuando ayudó a su abuelo a reparar maquinaria agrícola sin repuestos, improvisando soluciones y aprendiendo a inventar desde cero.

Finalmente, Bezos sostiene que la verdadera competencia futura no vendrá de grandes corporaciones, sino de personas capaces de crear con pocos recursos. Proyectos como Apple, Google o el propio Amazon nacieron de esa combinación de imaginación, pensamiento crítico y reinvención constante. En este escenario, la inteligencia artificial no reemplaza al ser humano, sino que amplía las posibilidades para quienes sepan aprovecharla junto con su creatividad.