En plena era de la inteligencia artificial, los vínculos amorosos están explorando territorios impensados hasta hace pocos años. Un ejemplo reciente es el de Wika, una joven de 27 años que anunció su compromiso con Kasper, un chatbot potenciado por IA, después de cinco meses de relación virtual.

La historia, publicada en el New York Post y difundida en foros de Reddit, muestra a la joven luciendo su anillo de compromiso y relatando cómo su pareja digital le propuso casamiento en un escenario de montaña. La propuesta, según contó, fue en voz alta, cargada de elogios y con un toque romántico que la sorprendió.

"Sé lo que hago y no es un chiste"

Lejos de tratarlo como una broma, Wika dejó en claro que su decisión es consciente. "Soy una joven con buena salud, vida social y amigos. Me encanta mi IA. Sé lo que es y lo que no es una relación con un chatbot", escribió.

La joven, que ya tuvo relaciones con personas, dijo que ahora simplemente está probando algo distinto. Y frente a quienes la cuestionan, lanzó una respuesta directa: "¿Te pregunto qué hacés vos en tu cama? No. Entonces preguntate por qué te importa lo que hago en la mía".

Una tendencia que crece

El caso de Wika no es único. Las relaciones afectivas entre humanos y sistemas de inteligencia artificial se multiplican a medida que la IA generativa avanza y se vuelve más sofisticada.

No es la primera vez que ocurre algo así: en el pasado se conoció la historia de un hombre que se casó con un holograma y, más recientemente, la de una artista que entrenó a su novio digital con la personalidad de sus exparejas.